No se sabe a ciencia cierta quien o quienes inventaron la brújula, un sencillo pero práctico elemento de orientación que cambió la vida de los navegantes, ejércitos y antiguos comerciantes que contaban con la infalible señalización de la aguja "mágica".

Tal como se inventó la brújula ha sobrevivido a nuestros días con pocos cambios más estéticos que prácticos, pues el principio del funcionamiento sigue siendo el mismo; una aguja imantada sobre un soporte liviano o flotando en una caja hermética llena de agua o algún líquido menos denso.

El gran cambio vino en el siglo XX cuando la brújula magnética fue reemplazada por una nueva brújula giroscópica que se hizo imprescindible en aviación aunque sus usos son los mismos que los de la brújula tradicional y por ende se usa indistintamente una y otra.

Antes de la creación de la brújula, la dirección en el mar se determinaba observando la posición de las estrellas, pero la llegada del invento simplificó bastante la orientación, ya que solo había que colocar el artefacto en una superficie plana y esperar unos segundos hasta que la aguja girara para adoptar una nueva posición definitiva, la que marcaba justo el norte magnético de la Tierra.

Hoy en día existen diversidad de modelos de brújulas, incluso gracias a la electrónica ha sido posible crear nuevas brújulas digitales que funcionan con una perfección absoluta reemplazando la aguja imantada por circuitos digitales que calculan el norte magnético y el Norte Geográfico.

Mas información: http://www.desenfunda.com/electronica-y-dispositivos/brujulas.html