Todos conocemos la utilidad de una piedra de mechero, esa pieza tan pequeñita encargada de prender el gas del encendedor soltando una chispa en el momento que giramos la ruleta metálica que la fricciona.

Pues utilizando el mismo principio de fricción, la compañía propietaria de la marca Light My Fire ha creado un pequeño encendedor autónomo que no necesita gas ni combustible y genera chispas que alcanzan los 3.000 grados en cuestión de segundos.

El pedernal bautizado con el nombre de Fire Steel o “fuego de acero” debe su nombre a su concepto, puesto que el encendedor consiste en una barra metálica a la que se le ha acoplado un mango antideslizante para sujetarlo con una mano mientras que con la otra pasamos una pieza metálica que viene con este encendedor, de manera que al frotarla por la barra se produce una chispa similar a las de los fuegos artificiales.

El fuego se obtiene rápidamente agrupando virutas y proyectando las chispas sobre ellas, y debido a su potencia calorífica, la combustión es instantánea sin que tengamos que soplar sobre las virutas de madera para aplicar oxígeno extra.

El mango del pedernal Fire Steel esconde un pequeño silbato ya que también las chispas producidas por este encendedor de emergencia pueden utilizarse como señales de emergencia.

La barra de metal constituye la clave del éxito de este pequeño encendedor ya que tiene una autonomía de entre 3000 a 12.000 usos y aunque no se puede encender fuego debajo del agua, el Fire Steel fabricado en Suecia funciona incluso mojado.

El secreto del éxito que está teniendo este encendedor autónomo es que no hay situaciones que se le resistan ya que la barra metálica utiliza un principio químico propio del magnesio y las chispas que genera son casi llamas difíciles de apagar, muy similares a las producidas por las bengalas marítimas, por tanto capaces de encender en menos de un segundo un montón de virutas y ramas de madera simplemente frotando la barra de pedernal.