¿Quién no se acuerda del afilador cuando pasaba por las calles ofreciendo sus servicios de afilar cuchillos, tijeras y otros instrumentos de corte?. A comienzos del siglo XXI es ya poco frecuente la imagen del "amolador" por las calles, salvo quizá en países en vía de desarrollo, donde la población no posee recursos suficientes como para sustituir sus herramientas de corte. La historia de la pintura ha dejado dos brillantes ejemplos del oficio y tareas de afiladores y amoladores. Hoy en día podemos tener un buen afilador siempre a mano, son muchos los modelos y marcas donde escoger el que te viene mejor. El afilado de cuchillos se realiza por abrasión contra una superficie dura, típicamente piedra, o contra una superficie blanda con partículas duras, como una lija. Diferentes cuchillos se afilan de forma diferente en función de la geometría del filo y su aplicación. Lo primordial a la hora de cocinar es contar con todos los utensilios necesarios pero, el más importante y el alma de la cocina es el cuchillo, ya que con el podemos aportar y mejorar la calidad, textura, presentación y sabor de los alimentos. Aparte de los cuchillos de cocina, existen desde tiempos de antaño los cuchillos de supervivencia, usados generalmente por excursionistas. Y es que a la hora de trabajar con un cuchillo de caza, de cocina o cualquier otro, el filo de su hoja es un factor determinante, puesto que un cuchillo desafilado, por más caro o de la marca que sea, es un cuchillo inseguro para trabajar con él. En la actualidad, podemos conseguir en el mercado afiladores manuales y afiladores eléctricos con diferentes formas y diseños.

Afiladores de cuchillo eléctricos

Este tipo de afilador práctico y de fácil uso, funciona con un sistema de ranuras de muelas abrasivas que se acciona de manera automática con un botón de encendido/apagado y nos permiten recuperar el filo de nuestros cuchillos.

Afiladores de cuchillo manuales

Estos afiladores compactos, baratos y portátiles les permiten a los profesionales volver a la vida la hoja de tus cuchillos. Requieren de una técnica practicada durante años para no dañar ni desgastar el filo.