Aunque muchas ciudades son conocidas por su papel histórico, por sus monumentos o sus tradiciones, hay una en España que en todo el mundo se conoce entre otras cosas por los cuchillos y navajas que se fabrican en esta localidad.

Albacete es una provincia Castellano Manchega rica en costumbres y tradiciones a la que dese hace unos años se le comenzó a llamar el Nueva York de La Mancha en alusión al crecimiento de la ciudad que cuanta con buenas comunicaciones por carretera y ferrocarril.

La provincia tiene aproximadamente unos 400.000 habitantes distribuidos en 87 municipios siendo los más poblados la capital del mismo nombre, y las poblaciones de Hellín, Villarrobledo, Almansa y La Roda.

Lo de conocerse la provincia, y más la capital por ser cuna de fabricación de navajas, es un orgullo para sus habitantes y para cientos de familias que viven de la industria cuchillera asentada sobre todo en la capital albaceteña.

Los primeros cuchilleros artesanos de la ciudad fabricaban las navajas a partir de láminas de acero que vaciaban y daban filo con maquinas muy rudimentarias que han ido evolucionando con el paso del tiempo, pasando de los talleres ubicados en barrios que todavía existen como el de Las Carretas, La Estrella, San Pedro y Las Cañicas por citar algunos de ellos a las modernas instalaciones situadas actualmente en los polígonos industriales de Campollano y Romica de la ciudad de Albacete.

El mayor fabricante de cuchillos está precisamente en Albacete donde llevan más de 260 años tomando el relevo de generación en generación, ocupando el número uno mundial en calidad y prestigio gracias a sus aproximadamente 500 empleados que trabajan en las instalaciones actuales que ocupan unos 30.000 metros cuadrados y de la que salen 70.000 piezas diarias con el sello de su marca.

Con las Navajas de Albacete sucede algo parecido aunque se fabrican en industrias mas pequeñas que se abastecen de fornituras fabricadas también en la ciudad.

Un conjunto de más de 300 empresas dedicadas al diseño, abastecimiento de materiales, talleres, fabricas y empresas comercializadoras y exportadoras viven de alguna manera de las navajas y cuchillos de Albacete, así que no es de extrañar el motivo por el cual a esta ciudad se la conoce como La Ciudad de las Navajas.