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Pistolas eléctricas, láseres cegadores, sprays que inmovilizan. Son armas no letales. En teoría no producen la muerte, como su propio nombre indica, pero también tienen un lado oscuro. Se conocen como armas diseñadas y desarrolladas para incapacitar o repeler personal.
Esa es una visión, digamos así, humanitaria evidenciada en el congreso de las Naciones Unidas sobre prevención y tratamiento de delincuentes.
Que recomendó la progresiva adopción de armas no letales en las acciones de seguridad pública.
Esta cuestión de no letal o menos que letal siempre permite discusión pues algunos creen que incluso pueden matar, y que el concepto de no letal estaría equivocado.
No vamos a entrar en el mérito de la cuestión y trataremos aquí como no letal.
La primera y más conocida no es un arma, sino una munición no letal.
La bala de goma consiste en un proyectil recubierto de goma en lugar de plomo u otro tipo de punta.
El nombre técnico de este tipo de munición es "munición de elastómero" y puede presentarse en varios formatos y tipos.
La ventaja de este material es que no perfora la piel en la mayoría de los casos.
Este tipo de munición puede causar lesiones graves si llega a la cara o incluso ser fatal en puntos como la garganta.
Fue diseñado para ser utilizado en el control de graves disturbios y combate a la criminalidad con la finalidad de detener o dispersar infractores de la ley, en alternativa al uso de municiones convencionales.
Las municiones de impacto controlado poseen alto poder de intimidación psicológica, provocan hematomas y fuertes dolores.
Existen diferentes calibres, dependiendo del arma que dispare esta munición.
En el caso de que sea un rifle, la munición puede alcanzar velocidades de hasta 200 m/s (720km/h), que resultan peligrosas si el proyectil alcanza el cráneo, los riñones u otras zonas débiles del cuerpo.
En casos extremos pueden provocar la muerte.
Las armas no letales confieren a los agentes de la ley capacidad para emplear la fuerza de forma gradual.
Reduciéndose las situaciones en las cuales el uso del arma de fuego sea necesario.
No tiene sentido el policía combatir a una agente armado de fusil con bala de goma por ejemplo, pero en protestas se hace necesario.
Es necesario y fundamental que el policía esté bien armado con alternativas para hacer su trabajo salvaguardando su integridad física y psicológica.
