La Balística Forense es parte esencial de la Criminalística y de la Balística General. Tiene por objeto el estudio de las armas de fuego, su munición. Y por supuesto los fenómenos producidos por los disparos de éstas.

Balística Forense

Comprendiendo entre otros, el efecto y la dirección de los proyectiles.

La determinación de los orificios de entrada y salida, la presencia de características del disparo a corta distancia.

La técnica de estudio, se basa en la demostración de la identidad balística que se establece entre un arma de fuego y sus proyectiles.

Por lo tanto, las características o estrías que presenta un proyectil o cartucho disparados por un arma y observados al microscopio de comparación, presentarán similitud de características de originalidad y constancia.

Serán como dos impresiones digitales provenientes de un mismo dígito.

No existen armas de fuego que produzcan un disparo similar, pese a su producción en serie.

Recordemos que el hombre es el único ser que tiene la facultad de lanzar proyectiles; así nacen las armas arrojadizas para lograr alejar a los enemigos.

También aparece el cuchillo rudimentario fabricado de hueso o espina.

En el paleolítico superior aparece la lanza, que era un palo seleccionado con una piedra atada con fibras vegetales o cuero.

La Balística Forense es una ciencia relativamente nueva.

Los primeros trabajos datan de 1912.

Cuando el profesor Baltahazard de la Universidad de París, expuso en el Segundo Congreso de Medicina Legal.

La identificación de las armas de fuego por sus balas, mediante la fotografía tomada al proyectil incriminado y el de prueba disparado con el arma sospechosa.

El método era sumamente costoso y las fotografías se obtenían empleando una cámara pantoscópica.

Este método daba buenos resultados sólo cuando el proyectil examinado no tenía deformaciones.

Las primeras tentativas para establecer si un proyectil había sido disparado por un arma de fuego, datan de más de cien años.

Es posible que en algunos casos estas identificaciones hayan tenido éxito.

En vista de que en ese entonces, los proyectiles eran fabricados por el propio tirador.

Quien les imprimía un sello particular que los individualizaba.

Pero cuando las municiones comenzaron a ser producidas por fábricas, las posibilidades de identificación fueron cada vez menores.

En la actualidad, la identificación de las armas por el estudio comparativo de los proyectiles disparados, ha alcanzado un gran auge.

Con la aplicación de instrumentos apropiados, habiendo llegado tal estudio a un 100% de efectividad.