En plena Navidad del año 1980 unas luces inexplicables aparecieron sobre el bosque Rendlesham, Suffolk, en Inglaterra. Los hechos transcurrieron a las afueras de la RAF Woodbridge, utilizada en aquel momento por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

Decenas de personas fueron testigos de la extraña aparición de lo que parecía ser una nave que llegó a aterrizar delante de todos los presentes aunque el mando militar al tener conocimiento de los hechos rastreo la zona con ayuda de telescopios terrestres y ocultó el incidente prohibiendo a sus hombres hablar sobre el asunto.

Un testigo, el sargento James W. Penniston logró acercarse a la nave y la tocó delante de todos los presentes y tiempo después este hombre narró haber recibido un mensaje de aquella nave desconocida, al parecer  transmitida a su mente mediante el contacto realizado.

El suceso se catalogó con el nombre de caso Roswell de Inglaterra, según se dice por lo extraordinario de los hechos acontecidos en aquella ocasión.

Penniston siempre recordó la serie de números (ceros y unos) que había recibido mentalmente en código binario pero nunca se preocupó de descifrar lo que parecía una tanda de números sin sentido, hasta que en octubre del 2010 le entregó las 6 páginas de sus unos y ceros escritos a mano a un programador de ordenadores que sometió la ristra de ceros y unos a un exhaustivo análisis que convirtió en letras aquellos misteriosos números.

El mensaje secreto que contenía el código binario

La conversión de los dígitos binarios en letras decía exactamente "La exploración de la humanidad continúa para avance planetario" pero el mensaje también contenía unas coordenadas geográficas que corresponden a una antigua isla, hoy ya completamente sumergida cuyo nombre es  HY Brazil, la cual según las antiguas leyendas celtas, era el hogar de una civilización miles de años adelantada a su tiempo.

En busca de la civilización perdida

Un grupo de personas entre las que se encuentran científicos, ufólogos e investigadores de sucesos paranormales ha comprobado que todo lo que sucedió puede tener una lógica y creen que en la isla sumergida encontrarán vestigios de la civilización de la que hablaba el antiguo pueblo Celta, adelantada a su época y también a la nuestra.

Por ahora se está preparando la expedición que llevará a cabo el minucioso rastreo en busca de las pruebas que evidenciarán tan singular mensaje.