La corredera es una pieza móvil situada encima de la armadura o armazón, a la que está sujeta por medio de unos canales o rieles que le permiten un movimiento-desplazamiento longitudinal. En el hueco anterior se aloja el cañón, y en la parte delantera tiene dos orificios: uno, para la salida del cañón cuando montamos el arma, y otro, para la guía del muelle recuperador.

la correderaLa corredera en una pistola operada por retroceso está unida al cerrojo, por lo que al hacerse hacia atrás ya sea manualmente o durante el disparo permite la apertura de la recámara, la expulsión del cartucho y la recarga de uno nuevo del cargador.

La corredera es una pieza esencial

Además, sirve de unión entre el cerrojo y el cañón, permitiendo que el cañón permanezca unido al cerrojo para mantener la recámara cerrada durante el disparo, y pudiendo separarlos para efectuar la recarga. 

Los oídos de un cartucho permiten que la "flama" del fulminante llegue al compartimiento de la pólvora y se pueda iniciar la combustión.

La parte superior de la pistola, que realiza su recorrido hacia atrás. En la realidad, para hacer el primer disparo, es el tirador el que ha de hacer a mano este movimiento, debiendo soltar la corredera cuando la ha llevado hasta su tope.

En el movimiento hacia atrás, la corredera ha montado el martillo, es decir, lo ha dejado montado, sujeto atrás, listo para que después pueda actuar.

Al soltar la corredera, el muelle situado bajo el cañón la empuja hacia adelante.

En el recorrido, la corredera arrastra el primer cartucho del ‘cargador’, que está encajado en la empuñadura de la pistola, y lo mete en la ‘recámara del cañón’ quedando sujeto por una pequeña pieza llamada ‘extractor’, que está situada a la derecha de la corredera, y que actuará más adelante.

Ahora la pistola está dispuesta para hacer su primer disparo.