Una cámara de caza o aguardo como su nombre indica, es una cámara fotográfica o de vídeo que se utiliza durante los aguardos previos a las cacerías y monterías, para vigilar y conocer las costumbres de los animales.

En realidad este tipo de cámaras para cazadores son algo más que meros objetivos fotográficos y tienen una función de vigía muy importante ya que son las encargadas de captar las imágenes pero con la información horaria incluida, ya que en las imágenes se sobrepone la fecha y la hora en que se captó la imagen.

Con la información sobre el momento exacto en que se toma la foto o se graban las imágenes, el cazador tiene un as en la manga que otros para conseguirlo necesitan estar vigilando durante horas, así que en este caso la técnica supera con creces a los que tienen por costumbre ir al monte a "espiar" a los animales.

La microcámara lleva un dispositivo conocido como sensor de movimiento, que se pone en marcha en el momento que algo o alguien se cruza en su campo de visión.

El sensor es parecido al que tienen las alarmas de casa para detectar el movimiento y hacer sonar la sirena, destellar las luces o dar aviso de que algo sucede, aunque en este caso lo que hace este sensor es abrir el objetivo de la cámara y tomar fotos o grabar vídeo hasta que cesa el movimiento y la cámara se coloca automáticamente en posición de reposo o stand by que es como se conoce técnicamente al estado de espera de los aparatos electrónicos para que entre otras cosas no consuman demasiada batería.

La máquina se reactiva y se apaga tantas veces como sea necesario, y las imágenes quedan grabadas en la tarjeta SD que posteriormente podemos introducir en cualquier ordenador u otro dispositivo para ver las imágenes.