La bota militar y de combate es el calzado más común en la mayoría de los ejércitos de todo el mundo, sin embargo se están creando variaciones, adaptadas a diferentes necesidades, relacionadas con la especialidad de las tropas o con el entorno de las acciones militares.
La mayoría de las botas militares son impermeables o altamente resistentes al agua, al mismo tiempo que poseen capacidad de respiración.
Las botas militares para altas temperaturas poseen paneles transpirables en lona o tejido tipo cuerda. La suela incluye una barrera disipadora de calor.
Las botas de combate militar no son pensadas para ensancharse o ajustarse a los pies, por el contrario, son pensadas para ser fuertes y resistentes, ofreciendo la máxima protección y durabilidad posible.
No basta con llevar unas buenas botas, también hay que asegurarse de que están correctamente ajustadas y de que los cordones están bien atados.
Muchos ejércitos y / o unidades tienen reglamentación sobre las formas de cómo usar y atar la bota.
Aquí quedan algunos consejos de como usar la bota militar:
Lo primero que hay que hacer es meter bien el talón en el fondo de la bota.
Una vez que el pie está dentro de la bota, hay que dar unos golpecitos en el suelo con el pie para que el talón se acomode bien en el fondo de la bota.
Luego hay que ajustar la parte baja con los ojales de bloqueo.
Hay que ajustar bien la bota, procurando mantener una cierta flexibilidad en el interior.
Hay que ir con cuidado para no apretar demasiado la bota, ya que podríamos cortar la circulación de la sangre en el pie. Es muy importante que el pie esté cómodo dentro de la bota.
Bloquear la parte baja
Para bloquear este primer ajuste de la parte baja, hay que hacer un primer nudo sencillo en la zona del empeine. Hay que procurar sentir el punto de ajuste/confort óptimo probando la flexibilidad de la bota sacudiendo la tibia ligeramente adelante y atrás.
Ajustar la parte superior de la bota
Cruzar los cordones de manera clásica sobre los ojales de abajo.
Atención, en los ojales de arriba hay que pasar los cordones no desde abajo hacia arriba, sino desde arriba hacia abajo. Esta técnica hará que los cordones se suelten menos.
Por último, hay que atar los cordones, bloqueando el nudo.
Hay que empezar el nudo como si fueras a hacer un lazo clásico, pero antes de tirar de las 2 lazadas, hay que pasar una de ellas por el interior de la otra.
Este nudo hará que los cordones no se suelten solos.