La respuesta a esta pregunta no es una tarea sencilla, y para entender cómo puedes ser protegido por un chaleco a prueba de balas, tenemos que saber primero el material del que está hecho el equipo y cuál es el grado de protección que es capaz de ofrecer.

¿Cuál es el grado de protección que un chaleco antibalas es capaz de ofrecer y cuáles son los materiales de construcción más resistentes?

La armadura de los tiempos modernos

En general, la propuesta de un chaleco antibalas es el mismo de la armadura medieval: ser lo suficientemente rígida para evitar ataques directos hacia nuestro cuerpo. Sin embargo, a diferencia de lo sucedido en el pasado y la tecnología actual hay que tener en cuenta también la movilidad de las personas que los utilizan.

El entrelazamiento de los hilos es el gran secreto de su potencial de resistencia al impacto.

El impacto de un proyectil en un chaleco hace que el entrelazado del hilo empuje el proyectil hacia atrás mediante la dispersión de la energía del punto de impacto a un área amplia. Por lo tanto, sin importar en donde impacte, siempre tendrá su energía distribuida por toda la estructura.

Tipos de fibras

A pesar de que es el material más utilizado, el Kevlar no es la única alternativa en la construcción de chalecos antibalas. Otra fibra llamada Vectran, es capaz de presentar resistencia dos veces más que la de Kevlar, convirtiéndose en hasta 10 veces más fuerte que el acero. Hoy en día la tecnología es de propiedad de la compañía estadounidense Kuraray, lo que hace que 100% de los productos sean vendidos en el mundo, donde los recursos son aplicados.

Para ser un poco más resistentes, el Vectran es utilizado por la NASA en protección de cables y revestimiento de las sondas, tales como las utilizadas en las misiones Spirit y Opportunity, que fueron enviados a Marte.

Además, hay soluciones más curiosas que, por ahora, todavía están siendo estudiados en el laboratorio. Se descubrió que la seda de araña, puede ser hasta 20 veces más resistente que un hilo de acero.

Los límites de resistencia

En general, hay seis niveles de protección entre los chalecos antibalas. El grado de protección se mide de acuerdo con la velocidad del impacto (metros por segundo) que el conjunto es capaz de soportar. Echa un vistazo a los que son:

Protección Nivel I - resiste velocidades de entre 259 y 320 metros por segundo. Armas de calibre 38 y 22 están entre los que se dispara proyectiles con estas características. Es el más simple de los chalecos y debido a esto es el que se utiliza en una escala más grande.

Protección Nivel II-A - soporta velocidades de entre 332 y 381 metros por segundo. Las armas como pistolas 9 mm y Magnum 357 están entre las que dispara proyectiles con estas características.

Protección Nivel II - un poco más dura en relación con el nivel II-A de protección, los chalecos con estas características pueden resistir disparos entre 358 y 425 metros por segundo. Se utiliza como una defensa para las armas del mismo calibre del nivel anterior.

Nivel de protección III-A - resiste impactos con velocidades de promedio de 427 metros por segundo. Las armas como pistolas 9 mm y Magnum 44 se encuentran entre las que producen este tipo de impactos.

Nivel de protección III - mucho más resistentes, lo chalecos con estas características absorben impactos de hasta 838 metros por segundo. El rifle Winchester 308 es uno de los principales representantes entre las armas que producen impactos de este nivel.

Nivel de protección IV - resistente a impactos de hasta 869 metros por segundo, es uno de los chalecos más resistentes y más vendidos. Esta protección es capaz de resistir el impacto de M2 Armor Piercing 30, arma de gran calibre y capaz de hacer mucho daño.

Ahora sabes un poco más sobre los chalecos antibalas y no olvides de escoger bien el tipo que necesitas para que tengas mayor protección.