De acuerdo al uso y trato que haya tenido la linterna es necesario dar periódicamente un mantenimiento preventivo que consiste en limpiar los contactos y las partes exteriores e interiores más importantes de nuestra linterna. Hay que comprobar el estado de las baterías, no se debe de dejar olvidada nuestra linterna durante largos periodos de tiempo con las pilas puestas, aparte de su descarga, también son susceptibles de "sulfatarse", deteriorando en gran medida los terminales y/o contactos de nuestra linterna y lo peor de todo sería que afectase a algún componente de sus circuitos electrónicos. Por eso, debemos de proceder a su desmontaje y ya de paso aprovechar para llevar a cabo su limpieza así como el engrase de las partes móviles de nuestra preciada pieza. Guárdala en un lugar fresco y seco. No la dejes en sitios que alcancen altas temperaturas ni en el que estén expuestas directamente al sol. El calor es el mayor enemigo del LED, que pierden rápidamente la eficacia por culpa del calor. Si encendemos una linterna de baja calidad con unas pilas recién cargadas, ilumina mucho, pero al cabo de un rato ilumina mucho menos, no porque la pila se descargue en tan corto periodo de tiempo, sino porque a medida que la temperatura del LED sube, emite menos luz. Reemplaza las pilas si no han sido usadas en un periodo prolongado de tiempo. Busca una linterna que proporcione facilidad en el recambio de las baterías, que no necesites herramientas extras cada vez que tengas que cambiar las pilas. Limpia las roscas y los contactos con las baterías periódicamente, ya que si las baterías no funcionan puede ser por suciedad en el contacto. Lo mejor es utilizar alcohol. Limpia los anillos de goma de tu linterna regularmente. Estos anillos de goma son básicos a la hora de que funcione el botón de encendido y apagado o el botón para cambiar de modo. Se suele utilizar un lubricante a base de silicona.