Aunque el cañón de una escopeta parezca sencillo a primera vista, se puede decir que es un elemento complejo y muy elaborado. Dentro del cañón, además de la recamara y el cuerpo, cabe destacar otro componente, el choke.
Pero ¿Qué es exactamente un choke? Pues bien, el choke es un estrechamiento del extremo anterior del cañón aproximadamente a unos 10 cm de la boca de fuego. Este estrechamiento actúa sobre los perdigones variando la densidad del rociado, o rosada.
Para hablar del choke primero hay que hablar del calibre de la escopeta, ya que ambas cosas están ligadas entre sí. El calibre de una escopeta hace referencia al diámetro del cañón y éste se determina por el número de bolas esféricas similares que pueden producirse a partir de una libra de plomo (453 gramos) y que caben en el diámetro interior del cañón.
El choke es como la boquilla de una manguera de riego, es decir, que cuanto más se cierra el chorro más lejos y con más potencia y precisión llega, mientras que cuanto más se abre el chorro, más cerca, más abierto y con menos fuerza.
Así básicamente es cómo funciona el choke de una escopeta de caza, que cuanto más cerrado, más lejos y concentrado llega el haz de perdigones y viceversa.
Los chokes están medidos en decimas de milímetro, y se escalonan según su acentuación. Para conocer las décimas que determinan el grado de estrangulamiento, se halla la diferencia de la mayor y la menor medida del diámetro interior del ánima.
Si decidimos comprar una escopeta con chokes fijos, tendremos que pensar antes que especies vamos a cazar con ella. Si es para conejo o becadas escogeremos chokes abiertos, en cambio si lo que pretendemos es cazar palomas al paso o aves acuáticas escogeremos choques cerrados.
Antiguamente, para cambiar de choke en una escopeta, había que sustituir el cañón entero. Pero hace unos 50 años, en la década de los 60, aparecen las primeras escopetas equipadas con chokes intercambiables.
fuente: Elcotodecaza