Un collar anti-ladridos es un dispositivo electrónico que se le pone al perro para impedir que el perro ladre indiscriminadamente cuando lo lleve puesto, y aunque varias veces hemos explicado como funciona, una vez mas repasamos su funcionalidad.
El collar anti ladridos se usa para corregir el mal comportamiento de aquellos perros que ladran cuando no deben no para condenar a un perro a que deje de hacer algo tan natural como expresarse con ladridos.
Con esto queremos decir que los fabricantes y distribuidores de dispositivos electrónicos para perros no queremos acabar con los ladridos de los perros sino acabar con los ladridos indiscriminados de aquellos perros que ladran cuando no deben.
Dicho de otra manera, lo que hacemos es ayudar a los dueños de los perros a socializar a sus mascotas poniendo a su disposición elementos y dispositivos que les ayuden a educarlos, para que comiencen a utilizarlos conjuntamente con las órdenes verbales que normalmente les dan a sus mascotas.
Un collar anti-ladridos se compone de dos partes, un collar absolutamente normal y una centralita electrónica alojada dentro de una caja de plástico (cerrada para protegerla del agua, de rozaduras y de golpes).
La caja con la centralita o dispositivo electrónico se acopla al collar del perro de manera que el animal la lleva siempre en contacto con su cuerpo de manera que el dispositivo pueda transmitirle al animal una serie de advertencias en forma de vibraciones o cosquilleo cada vez que hace cierta cosa, en este caso ladrar.
Estos avisos o advertencias que recibe el perro cuando ladra le resultan algo molestos, (nunca nocivos ni peligrosos) por lo que el animal pronto aprende que cuando ladra recibe una vibración que puede ir precedida de un castigo de manera que el animal asocie la vibración con la orden de no ladrar.