El montaje de los visores en las armas es hecho generalmente por dispositivos denominados monturas. Que casi siempre en número de dos, abrazan el tubo central del visor. Y se fijan en las ranuras existentes en el arma.

monturas

Estas ranuras, también llamadas de rieles, se usan generalmente en la culata de las armas largas, con anchos estandarizados.

Sin estas ranuras, es más difícil y laborioso de montar visores pues la montura necesita ser de tipo diferente del estándar.

Como es el caso de los modelos que se fijan en rieles adaptados al arma.

Estas monturas, que normalmente pueden ser seccionados en dos mitades y atrapadas por un tornillo en cada extremo,  adaptándose así a una variedad muy grande de visores.

La fijación de las monturas es algo que hay que hacer cuidadosamente para no dañar las ranuras.

Por lo general, se fijan primero en el cuerpo del visor y sólo después se montan al arma.

En esta etapa, se debe tener mucho cuidado con la alineación vertical del retículo en relación al arma.

Para evitar que el mismo quede inclinado, hacia un lado u otro.

También es importante verificar el posicionamiento de la montura en relación al riel del arma y verificar.

Cuando se posiciona la lente sobre el arma, si la distancia del ocular en relación al ojo del tirador, está de acuerdo con la especificación.

Dentro de lo posible, el visor deberá estar montado en la posición más baja, la más cercana al caño.

Pero esto no siempre ocurre debido a las posibles interferencias del visor con alguna pieza del arma.

Una vez determinada la posición correcta del visor sobre el riel.

Se monta la misma y apriete bien sus tornillos para que se obtenga un montaje firme.

Sin holguras y libre de trepidación.

Existen soportes específicos para algunos modelos de armas que no poseen rieles, soportes que son fijados por tornillos directamente al armazón o en la culata de rifles y carabinas.