La elección original de James Bond en las cinco primeras novelas de la serie de Ian Fleming, fue la Beretta 418. Un arma de calibre .25 con capacidad para 8 tiros y tamaño reducido, que, para 007, es esencial. Además de la posibilidad del uso de silenciadores.

James Bond

Cuando Ian Fleming escribió la primera novela de James Bond, Casino Royale, él no tenía idea de la dirección que iban a tomar las historias y mucho menos la cantidad que tendría que escribir.

Entonces, cuando montó el perfil de James Bond y colocó como arma de porte la Beretta 418 en una funda de cuero  probablemente no pensó mucho sobre eso.

Como Ian Flemming fue de la Inteligencia Naval y usó la Beretta 418, creyó que ésta sería un arma apropiada para un agente secreto en una misión secreta.

Poco antes de la publicación de From Russia with Love en 1956, Fleming recibió una carta de un gran fan, Geoffrey Boothroyd. Boothroyd era coleccionista y mayor del ejército retirado.

En la carta, Boothroyd decía que le gustaba mucho de las novelas de Bond, pero que la Beretta 418 era "arma de una señora" sin poder de parada real.

En la ocasión, Boothroyd propuso que James Bond debería usar un revólver, específicamente el Smith & Wesson  pues no hay martillo externo y no correría el riesgo de enroscarse en la ropa de Bond.

El arma de James Bond Walther PPK

Fleming respondió, agradeciendo la carta e hizo algunos puntos. Él sintió que Bond debía tener una pistola; y pidió a Boothroyd recomendar una.

Fleming acordó que la Beretta 418 no tenía gran "poder de parada", pero subrayó que Bond había usado armas más poderosas cuando había necesidad, como el Colt Army Special que él usa en Moonraker.

Boothroyd recomendó a Walther PPK, diciendo que esta sería la mejor opción de pistola para este tamaño y aún resaltó que tendría munición disponible en todas partes.

También sugirió que, a pesar de ello, 007 debería tener un revólver para disparos de medio alcance.

El hecho interesante de todo esto es que al final de From Russia With Love el silenciador de la Beretta 418 se prende en el cinturón de los pantalones de 007 y eso casi le costó la vida del agente secreto.

Fue entonces que en la novela siguiente, Dr. No, un cierto mayor Boothroyd recomienda que Bond cambie de arma, y es de ahí en adelante que James Bond pasa a usar a la queridísima Walther PPK.