Hubo una época adonde los aventureros occidentales luchaban con clase, la maestría y el ingenio. En el post de hoy, abordaremos las espadas de ese período de mosqueteros, bucaneros y fanfarrones.

mosqueteros Esta era donde los espadachines eran eximios, recibió el nombre de capa y espada.

La espada ropera forma parte de un grupo distinto de arma blanca. Esta espada larga y estrecha con una protección de mano elegante primordialmente era un arma de perforación.

Algunas versiones tenían hilo de corte a ambos lados.

Mientras que otras presentaban ese hilo sólo en un lado y otras aún, no presentaban ningún hilo.

El hecho de que esta arma permita reacciones rápidas y ser de largo alcance la hizo ideal para duelos de civiles.

Siendo adoptada y preferida en contiendas por civiles, mosqueteros de Francia y piratas de varias nacionalidades.

El auge de su uso se produjo en las regiones de Portugal, Italia y España en los siglos XVI y XVII. A pesar de parecer visualmente un florete más pesado, los estudiosos afirman que esta arma es muy aparentada con una espada llamada tizona.

Armas de los famosos mosqueteros

El sable es básicamente un arma de corte, con una lámina ligeramente curvada y un solo hilo.

Mientras la ropera y el florete eran armas para duelos civiles, los militares preferían el sable ya que éste permitía tanto el corte como la perforación.

Originario de la caballería, su cumplimiento era el ideal para alcanzar tanto caballeros como infantería enemiga.

El sable ha dominado por su poder de corte. Eso aliado a su velocidad, hizo que esta arma luego integrar el armamento de caballerías y marinas de varios países.

Había diversos tipos de sables, para los más diversos usos. En los enfrentamientos, llevaban ventaja los sables más ligeros, que permitían golpes más rápidos y un manejo más preciso.

Los sables también fueron empleados por piratas occidentales

Los capitanes de esos barcos eran decididos por la tripulación a través de luchas.

Y generalmente el vencedor, era el que más dominaba la técnica de esgrima, elevaba su puesto dentro del barco.

En el Renacimiento, las dagas eran un elemento constante para hombres de cualquier edad. Podía ser usada de forma individual o como arma auxiliar en la esgrima.

Recorriendo los golpes de la espada con la parte plana de la daga.

Normalmente era portada en la cintura o presa en la bota, podía ser sacada rápidamente por la mano izquierda, ya que la derecha estaba ocupada sosteniendo la espada.

Otro uso es cuando se enfrentaba a un oponente que manejaba un cuchillo: normalmente la daga era usada para cortar la mano del adversario y acababa rápidamente con la confrontación.