Hoy nuestro tema es sobre la importancia de las actividades outdoor para los niños, en un mundo repleto de tecnologías y con padres ocupados, muchas veces se deja de lado estas actividades que son de suma importancia para los niños.

El contacto con la naturaleza estimula los sentidos y la creatividad, mejora el aprendizaje, fortalece los lazos sociales, aumenta el equilibrio, la concentración y la autorregulación. Los beneficios directos para la salud física, como la mejora de la fuerza física, la inmunidad y la nutrición, también están en la lista.

Antiguamente los niños jugaban más en la calle, saltando la cuerda, jugando a la pelota, entre otras cosas. Hoy, esta realidad ha cambiado sustancialmente, ya que ya no existe el aburrimiento o la molestia que solía levantarse del sofá y hacer algo creativo y dinámico.

Conectarse con la naturaleza tiene numerosos beneficios para la salud y el desarrollo de los niños. Por ello, la actividad al aire libre puede ser una excelente manera de introducir hábitos saludables en la rutina de los más pequeños.

¿Cuál es la edad adecuada para empezar?

Cada niño tiene sus características y su propio tiempo, pero es necesario animarlos a disfrutar de las actividades en la naturaleza. Sin embargo, al igual que con los adultos, es importante comenzar con actividades más relajadas y aumentar gradualmente la dificultad de las actividades.

La construcción de la personalidad de un niño debe respetar cada edad, sabiendo que siempre hay una forma particular de manifestarse.

Niños de 0 a 3 años - para salidas de trekking o senderismo donde el niño no pueda andar, lo ideal es llevarlo con la porta bebé, una especie de mochila que permite al niño y a los padres moverse y tener un contacto más intenso con la naturaleza.

De niño, cuando aún es un bebé, suele gatear entre los 7 y los 11 meses, es importante llevar una manta o una lona para que esté más cómodo y minimice el contacto con el suelo.

Para los niños que ya caminan, lo ideal es hacerlos caminar distancias entre 400 metros y 3 km, respetando los límites físicos del niño. 

El niño debe aprender el placer de estar en la naturaleza. 

Niños de 4 a 7 años - Cuando los niños tienen entre 4 y 7 años tienen toda la energía del mundo. Este grupo de edad en la vida de un ser humano es el momento ideal para conocer la actividad del trekking y el senderismo.

Como a esta edad el niño ya sabe manejar un tenedor, lavarse los dientes, peinarse, saltar sobre un pie, apilar objetos sin dificultad, subir y bajar sin mucha dificultad, la actividad outdoor se convierte en una actividad placentera para ambos (padres e hijos).

Debe haber una “agenda”, con paradas para enseñanzas, reflexiones, contemplaciones y conversaciones sobre la vida cotidiana del niño.

Para niños de 4 a 7 años, lo ideal es caminar de 3 km a 7 km. Este tipo de actividad quemará mucha energía que tienen los niños sin ningún riesgo de lesionarse. Otro aspecto que los padres deben tener en cuenta en esta introducción es el uso de mochilas.

Niños de 8 a 13 años - A esta edad los niños comienzan a tener una resistencia física compatible con las actividades que pueden realizar los adultos. Eso no quiere decir que obligar a un niño de nueve años a caminar 10 km en cada paseo sea una buena idea. Obligar a los niños a hacer actividades es hacer que terminen odiando la actividad.

Como la resistencia física a esta edad varía mucho de un niño a otro, así como el peso y la disposición, se recomienda realizar distancias de 10 a 15 km.

Actividades outdoor para los niños

El contacto con el entorno natural despierta la curiosidad y hace que el propio niño elija otras actividades en la naturaleza como escalar, nadar, caminar, descubrir una nueva montaña o una cascada.

Acampar es una actividad para cualquier edad, solo hay que contar con la logística y el equipamiento adecuados para satisfacer las necesidades del niño como alimentación y seguridad.

Una buena opción es optar por parques o campings que ofrezcan una estructura de camping con cocina y baños, esto facilitará la logística en un principio. Con el tiempo, y a medida que aumenta la experiencia de los niños y de los padres, es posible realizar campings salvajes donde el niño pueda colaborar con actividades como ayudar a preparar una comida u organizar una tienda de campaña.

Una de las actividades al aire libre estupendas para estar en contacto con la naturaleza es ir de pic-nic, para que niños y adultos hagan ejercicio y descansen en medio de la naturaleza.

Observación de aves es una actividad realmente fascinante, a los niños les va a encantar poder conocer los tipos de aves, adentrarse en los bosques y descubrir el mundo increíble de los pájaros. 

Con binoculares y el gorro de explorador será toda una aventura para los peques.

Como has visto son muchas las actividades outdoor para los niños, además de muchas otras que no hemos citado, lo importante es crear en los niños este contacto con la naturaleza.

Es importante resaltar que cada actividad requiere equipamientos adecuados, un calzado adecuado, ropa cómoda e idónea para el tipo de actividad y las condiciones meteorológicas son factores fundamentales para el confort, la seguridad y el bienestar de los niños y adultos.

Las botas y chaquetas impermeables, por ejemplo, marcan la diferencia. La hidratación con agua y zumos también es muy importante para que el niño no se deshidrate y la actividad le acabe perjudicando.

En definitiva, los niños necesitan salir de casa y entrar en contacto con la naturaleza: respirar, aprender a apreciarla y querer disfrutarla.

La naturaleza es fundamental para nuestro bienestar mental, ya que nos enseña a tener una visión diferente de la realidad.

Así que sal de casa con los niños: haz un pic-nic, anda en bicicleta, explora lugares o haz senderismo. Hay muchas cosas que pueden hacer juntos. Usa y abusa de tu imaginación.