En cierta ocasión explicamos en lo que consistía un test que se les hacía a los cachorros de perros de caza para determinar si los pequeños tienen instintos aún sin haber sido enseñados a cazar.

La prueba que se le hace a los cachorros es bien sencilla y no requiere ninguna preparación, y aunque es habitual en muchos países, en España no es del todo conocida, aunque se difunde vis a vis entre los cazadores, y de alguna manera es curioso ver lo sencillo que es hacerles la prueba.

Se llama el Test de la Mariposa y como decimos es ideal para valorar el instinto de los  perros a temprana edad, pues obviamente solo se hace el test a los cachorros.

La mariposa es como una caña de pescar; se coge un palo y se ata a su extremo un hilo invisible de de los de pescar, de un metro más o menos, y al final del hilo se ata un cebo que puede ser un rabo de conejo o simplemente un trozo de tela.

Este cebo se pasa por delante de los cachorros dejándo que lo olfateen y a continuación se observa la atención que le presta cada cachorro y la reacción de cada uno de ellos al desconocido cebo.

A continuación se mueve el palo haciendo mover el señuelo y los cachorros que no verán el hilo creerán que aquello es un pequeño animal, mostrando sorpresa ante el nuevo intruso, aunque los más miedosos se alejarán rápidamente de él.

Durante los siguientes días, se separan los cachorros más tímidos y miedosos para observar el comportamiento de la camada. Se mueve el palo rápidamente para ocasionar un rápido movimiento del señuelo; y enseguida los más atrevidos harán ademán de salir tras él.

Enseguida nos daremos cuenta cuales son los cachorros que persiguen al señuelo y por tanto serán los más apropiados para educarlos, continuando su enseñanza con el propio señuelo, pero practicando  movimientos más largos y rápidos para hasta que los perritos consigan cazarlo y retenerlo con la boca.

Con este test de la mariposa, los más pequeños o tímidos observarán a los más atrevidos y  pronto aprenderán a perder el miedo e imitarán a sus hermanos.

Posteriormente se puede apoyar el entrenamiento con collares de adiestramiento cuando ya sean perros adultos y salgan con nosotros a cazar.