Los equipos de protección auditiva son dispositivos que sirven para reducir el nivel de presión acústica en los conductos auditivos a fin de no producir daño en el individuo expuesto. Los protectores auditivos protegen al usuario de los ruidos extremos. El cabezal de banda y la cubierta externa se hacen generalmente de un termoplástico duro o de metal. La protección por lo general proviene de espuma acústica, esto absorbe las ondas de sonido mediante el aumento de la resistencia del aire, lo que reduce la amplitud de las ondas. La energía se transforma en calor. Existen distintas versiones de protectores.

Estas versiones se pueden diferenciar en dos tipos:

Protectores auditivos externos:  cascos Protectores auditivos internos: tapones Los cazadores y tiradores deportivos, tanto aficionados como profesionales, tienen todos las mismas necesidades básicas, su capacidad auditiva y visual son fundamentales para cualquier tipo de disparo Los cascos o auriculares de tiro se clasifican según la reducción de decibelios que ofrecen y se presentan en dos formatos: tradicionales o electrónicos. Aunque todavía muchos tiradores siguen utilizando los cascos normales, la realidad no deja lugar a dudas, los modelos electrónicos se están imponiendo debido a su doble función. Cascos protectores: son cascos que recubren la oreja, así como una gran parte de la cabeza. Permiten reducir además la transmisión de ondas acústicas aéreas a la cavidad craneana, disminuyendo así la conducción ósea del sonido al oído interno. Para uso en situaciones extremas y entornos que requieren un equipo robusto y fiable. Para asegurar la capacidad protectora del equipo de protección auditiva, es necesario realizar una adecuada limpieza y mantenimiento del mismo, que garantice su óptima conservación. Factores como la limpieza inadecuada, la humedad e inclemencias del tiempo, la utilización errónea, el calor y el frío, etc., pueden mermar drásticamente la eficacia protectora del casco. Es necesario limpiar adecuadamente el equipo con sustancias no agresivas y almacenarlo correctamente, con el fin de evitar su deterioro prematuro.