Las linternas frontales permiten una libertad total de movimientos para tener las manos libres. Pese a sus reducidas dimensiones, son linternas robustas, resistentes, ergonómicas y de fácil manejo. Los aspectos a valorar en una linterna frontal son: el alcance máximo, la autonomía, el tipo de linterna, el peso y el tipo de batería. La linterna frontal es una herramienta casi imprescindible en la práctica nocturna. Nos ofrece seguridad ya que podremos ver sin mucha dificultad los obstáculos que tenemos alrededor con la ventaja de tener las manos libres. Nos ofrece la posibilidad de iluminar nuestro equipo, mochila, etc. A la vez que puede ser útil para iluminar algunas escenas. Desde los tiempos de las velas encerradas en farolillos de cristal hasta el presente, los sistemas de iluminación han mejorado y evolucionado constantemente. En el último lustro los fabricantes han multiplicado la oferta de linternas frontales LED, antes exclusivos de un par de marcas, con lo que la variedad es abrumadora. Tal es su éxito que ya resulta difícil encontrar linternas con bombilla. Esta tecnología ha permitido el mantenimiento de linternas de bajo consumo, mucho más pequeñas y ligeras porque no existen pilas tan grandes, y con mayor autonomía para potencias similares a las antiguas.

Clases de frontales

Aunque dentro de cada clase hay muchas variedades y modelos específicos para distintas actividades, la linterna frontal más ligera que nos sacan de un apuro cuando no teníamos previsto pasar la noche haciendo actividad. También linternas frontales tradicionales que llevan el portapilas separado del foco y disponen de una cinta de fijación a la cabeza o casco. La linterna tipo compacta, actualmente es el modelo más popular, por su comodidad de uso, sus prestaciones y sobre todo por lo poco que ocupa y pesa. Llevan el portapilas integrado en el foco y pueden disponer desde 1 a 4 leds, combinando normales e hiperbrillantes