La palabra calibre, se puede denominar de diferentes formas, existen los calibres exteriores y calibres interiores cuando se habla de tubos o cilindros, sin embargo para un arma, de manera general se define como: “Diámetro interior del cañón del arma”.

calibre

Y por extensión del mismo concepto se podría definir como: “Diámetro exterior del proyectil”.

Sin embargo, al intentar aplicar estas definiciones teóricas a la realidad de la gran variedad de armas de aire o de fuego.

Tendremos como resultado que estos conceptos de calibre no son tan fáciles como parecerían ser.

Principalmente se suelen utilizar dos procedimientos para referenciar el calibre en las armas, uno mediante es el “calibre real” y el otro es el “calibre nominal”.

El calibre real - Es el resultado de medir el diámetro interior del ánima del cañón.

Regularmente este calibre se expresa en milímetros, y en centésimas o milésimas de pulgada.

Esta medida regularmente se toma en la boca del cañón y como norma general.

En el caso de las armas de ánima estriada helicoidal también conocida como rayada

Será la medida entre dos campos sin tener en cuenta las estrías.

Sin embargo, se debe tener siempre en consideración que si medimos el diámetro exterior del proyectil,

Veremos que este es siempre mayor que el diámetro del ánima del cañón entre una y tres décimas de milímetro.

Por eso, una cosa es el calibre real del arma y otra el diámetro del proyectil que esta utiliza.

El calibre nominal - Es la medida o norma convencional que sólo tiene una relación indirecta con el diámetro real del ánima del cañón.

Por ejemplo esta denominación de calibres la tenemos en la designación de los calibres empleados en las escopetas.

Es la más antigua y proviene de la época en que las armas eran de avancarga.

Y se cargaban, por la boca de fuego, con una bala esférica única y de igual diámetro que el ánima del cañón.

De esta manera, cuando se obtenían 12 balas a partir del plomo contenido en una libra inglesa se decía que la bala era del “calibre 12”.

Si las que obtenían eran 20, el calibre sería el “20”. Posteriormente el calibre de la bala pasaría, por extensión, a designar el calibre del arma.

A excepción de las escopetas que continúan rigiéndose por esta norma.

Con la aparición en 1849 de la bala cilindricocónica u ojival.

Se deja de calibrar las armas contando el número de balas que se obtienen de una libra.

Pasando a designarse utilizando el calibre real del ánima del cañón.