Más que números, lo que define a Tramontina es el esfuerzo permanente para mejorar cada vez más la vida de la gente. Un esfuerzo que se traduce en más de 18 mil artículos con propósitos y especificaciones distintas, pero con creencias y valores de una marca única. Tramontina es reconocida por su calidad en más de 120 países. Su marca se apoya en la innovación, en el diseño, en la tecnología y en el valor del capital humano para cumplir una misión que no se puede delegar: generar valor para el consumidor en las más diversas fronteras, culturas, épocas y ocasiones. Desde los procesos fabriles hasta las estrategias de actuación, cada paso de Tramontina es un dato en consonancia con los más rigurosos estándares de gestión ambiental y responsabilidad social. Un cuidado que se expresa en la conservación del patrimonio cultural y en la capacidad de proporcionar bienestar social. Esa forma de actuar viene desde 1911, cuando Valentin Tramontina fundó una pequeña herrería en la ciudad de Carlos Barbosa, Rio Grande do Sul. Brasil. Hijo de inmigrantes italianos, Valentin construyó un emprendimiento sólido, forjado en la dedicación, en el valor del trabajo y en la obstinación de entregar productos confiables, con durabilidad y calidad reconocidas. Brasil, 1911. Valentín Tramontina llega a la ciudad de Carlos Barbosa (RS) con el ideal de montar su propio negocio. De las manos de este hijo de italianos, natural de Santa Bárbara (RS), nace la ferretería Tramontina: una pequeña oficina establecida en un terreno alquilado. Tras cumplir el servicio militar obligatorio, Valentín retoma sus actividades e invierte en el futuro, transfiriendo la empresa para un galpón mayor. Valentín Tramontina y Elisa De Cecco se casan y unen sus fuerzas para trazar, juntos, nuevos y prósperos caminos. La identidad visual de la marca ha pasado por innumerables cambios a lo largo de los años. De 1955 a 1960, diferentes productores elaboraron las formas de la marca. Las primeras presentaciones gráficas para las líneas de productos. Entre 1964 y 1966, la presentación de la marca se mantuvo casi igual. El "T" mayúsculo servía para ser estampado en la lámina del cuchillo, producto de mayor fabricación en ese período. A partir de este momento se ha instituido una política de marca única para todos los productos Tramontina. Los años 1980 y 1990 representaron cambios muy cuidadosos en la marca. A través de análisis e investigaciones se llegó la marca que fue utilizada hasta 2004. Este año el logotipo sufrió nuevas, pero pequeñas modificaciones. El cambio sigue una tendencia del diseño de la marca anterior de simplificar las formas y, con ello, fortalecer aún más algunos elementos visuales de la marca, manteniendo la identidad ya reconocida por los consumidores. Visita nuestra tienda y descubre todos los productos de la gama Tramontina, productos de calidad total.