Molon Labe, esto es lo que fue dicho por el Rey Leônidas de Esparta, que comandaba un ejército de unos 7.000 hombres, en el año 480 A.C, en la Guerra de las Termópilas. Esta frase fue dictada en respuesta a las exigencias del Rey Xerxes I, de Persia.
Que a diferencia de Leônidas, comandaba un ejército de aproximadamente 100.000 hombres.
El final de la historia es conocido por todos, es lo que los libros de historia nos enseñan.
Los Griegos consiguieron sostener a los persas por tres días, pero fueron aniquilados posteriormente.
Sin embargo, causaron graves daños al ejército persa, y, principalmente, retrasaron su avance hasta Atenas .
Si quieren nuestras armas, basta venir a buscarlas.
Pero que sepan que no las entregaremos con facilidad, habrá derramamiento de sangre.
Podemos perder la batalla, podemos perder nuestras armas, podemos incluso morir, pero les aseguro, habrá pérdidas de su lado también.
Estamos dispuestos a luchar, morir y matar por nuestra libertad, por nuestras familias.
No seremos sumisos a sus tiranías, no seremos esclavizados y no quedar impotentes ante su Reino, preferimos morir a tener que enfrentar todo eso.
Este es el significado que la palabra lleva, un simple mensaje, un simple aviso de que, si el Estado quiere nuestras armas, que vengan a buscarlas ellos mismos.
Pues, no quedaremos sumisos a sus tiranías, no seremos sumisos a todas las órdenes de un gobierno tirano.
No quedaremos a merced de la voluntad del Estado en salvaguardar nuestras vidas.
Su estrategia se baso en la lucha uno contra uno, es decir, calidad contra cantidad.
Unos guerreros extraordinariamente preparados y motivados contra una muchedumbre de soldados persas seguramente reclutados a la fuerza y sin motivación.
La batalla más célebre de las guerras Médicas, que enfrentó a los griegos con el Imperio persa, tuvo como protagonista a Leónidas, rey de Esparta.
Su valor suicida le valió a la Hélade la libertad frente a la expansión de la dinastía aqueménida.