Ampliamente utilizado por los cocineros profesionales, la chaira es una herramienta extremadamente útil en la cocina y afila los cuchillos en solo unos segundos para que tengan buen corte. Para poder cortar correctamente los alimentos es imprescindible disponer de un cuchillo muy afilado.
Esta es la única forma de crear cortes precisos muy rápidamente. Por eso existe la chaira y de eso vamos a hablar hoy.
La gente a menudo piensa que invertir en cuchillos es una garantía de que nunca perderán su corte. Sin embargo, no importa cuán buenos sean tus cuchillos, con el tiempo y el uso, se desgastarán y perderán su poder de corte.
Por eso, tener una buena chaira también es fundamental para no perder la inversión que hiciste en tus cuchillos.
¿Para qué sirve la Chaira?
Es común que aquellos que ya tienen una piedra de afilar se pregunten si realmente es necesario comprar una chaira. En la práctica, las piedras más porosas son capaces de desgastar la hoja de los cuchillos, cambiando el ángulo para volver a desafilar el corte de los cuchillos.
Entonces, ¿dónde encaja la chaira en esta historia? Sirven para mantener por más tiempo el resultado obtenido con la piedra, reduciendo la frecuencia de afilado, y en consecuencia, aumentando la durabilidad del cuchillo. Por eso es tan común ver a chefs y carniceros usarlos antes de empezar a trabajar.
Las chairas son útiles tanto para uso doméstico y reuniones con amigos, como para profesionales en carnicerías, restaurantes y cocinas industriales. Sea cual sea tu caso, es un artículo indispensable si quieres mantener tus herramientas en buen estado.
¿Cuáles son los diferentes tipos de chaira?
Hay tres tipos diferentes de chairas: de cerámica, diamante y acero. Su tamaño es bastante similar en todos los modelos, pudiendo variar en la composición del material.
La chaira debe estar hecha de un material más fuerte que la hoja del cuchillo para que pueda ser lo suficientemente rígida para corregir el ángulo del filo y alinear el filo.
Chairas de cerámica: las chairas de cerámica suelen ser del tipo liso, es un instrumento para aquellos que buscan un afilado suave. La herramienta es bastante resistente durante el afilado, pero no cuando se cae.
Su dureza es mayor que la de cualquier acero, y por otro lado, la cerámica es menos dura que el diamante, por lo que el desgaste del cuchillo es menor.
Chairas de diamante: las chairas de diamante te permiten trabajar con cualquier tipo de cuchillo porque sus hojas están recubiertas con una película de diamante que permite un afilado completo.
Sin embargo, el recubrimiento de diamante se desgasta con el tiempo, acortando su vida útil. Este tipo puede realizar un afilado más intenso y rápido de los cuchillos, ya que tiene un alto poder de abrasión. Sin embargo, no es apta para un uso diario porque puede acabar estropeando la hoja.
Chairas de Acero: Las chairas de acero inoxidable son generalmente del tipo acanalado porque tienen ranuras a lo largo de la hoja, lo que la hace más resistente, permitiendo un afilado óptimo. Ideal para aquellos que necesitan utilizar el cuchillo en contacto con los huesos.
A la hora de elegir la herramienta, es importante observar no solo el modelo del afilador sino también su conformidad, ya que las chairas para uso doméstico suelen ser más cortas. Para trabajar con comodidad, lo ideal es utilizar un tipo profesional, que tenga al menos 30 cm de largo y 3 cm de grosor.
¿Cómo usar la chaira para afilar cuchillos?
Usar la chaira es muy sencillo, pero es importante tener cuidado y seguir unos pasos para conseguir un resultado perfecto.
Primero, coloca el borde de la punta de la chaira sobre una superficie plana y antideslizante, como una tabla para cortar carne. Una vez hecho esto, con el cuchillo que deseas afilar, inclina el lado contra la chaira en un ángulo hasta que el borde toque la superficie de la chaira, unos 20 grados.
Ahora, haz movimientos ligeros de arriba hacia abajo. Después de repetir el procedimiento varias veces, cambia el lado del cuchillo para que el otro lado también esté afilado de manera similar.
No olvides lavar el cuchillo antes de usarlo para eliminar los restos de metal que se hayan desprendido durante el proceso de afilado.
Es importante mantener el ángulo de 20 grados y deslizar toda la hoja por la chaira, desde la base hasta la punta del cuchillo. La velocidad de los movimientos no importa.
Si bien el uso de la chaira es simple y fácil, como todo lo demás en la cuchillería, esta técnica requerirá un poco de práctica, hasta obtener un resultado cercano al 100%.
Con el tiempo, mejorarás tus técnicas y aprenderás a mantener el filo de tus cuchillos durante mucho más tiempo.
Entonces, ¿te gustaron estos consejos?
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