El necesario mantenimiento de las armas

El armamento tiene un valor único para el policía. Este equipo es un recurso importante y aumenta la capacidad de respuesta rápida cuando todos los demás intentos fallan, con el fin de proteger al ciudadano de bien de los infractores.

Y es precisamente por eso que el tratamiento dispensado a ese tipo de ítem necesita ser cuidadoso, pues él jamás puede fallar y poner la función de proteger en riesgo. Pero sabemos que eso no es tarea fácil: las armas son extremadamente precisas y delicadas, necesitando atención y cariño.

El mantenimiento de las armas es una dedicación necesaria 

Desmontar el arma es indispensable para una mejor limpieza de todas las áreas. Es necesario separar las partes antes de comenzar. Cuando se habla de manipular armas, el principio básico es verificar si se encuentra descargado, pues muchos accidentes ocurren en ese momento.

Puedes comenzar la limpieza de todas las piezas o partes usando una toalla de papel o un paño, preferentemente de material suave, como el algodón. Con este proceso  debes intentar quitar el máximo que pueda de impurezas y suciedad, como la corteza de carbono tan común cuando el arma ya tiene un tiempo de uso.

Los lubricantes suelen dejar residuos difíciles también y la pólvora que sobra se acumula. Es hora de quitar todo lo que logres de forma rápida. Sólo se detiene cuando el paño o la toalla se ponen bien negra.

Aplícalo sin miedo y déjalo actuando por una buena cantidad de minutos, colocando una cantidad mayor en áreas más sucias.

Después de ese período, es hora de pasar un cepillo para que el producto disuelva las suciedades más adheridas. Para terminar esta fase, pasa un paño con más solvente en toda la extensión del armamento y sólo termina cuando estés seguro de no haber dejado ninguna suciedad residual.

Con estos consejos, tu armamento quedará conservado y con apariencia de nuevo, además de mantenerse completamente funcional.