Su forma de disparar las flechas llamó la atención de todos en los Juegos Paralímpicos de Londres en 2012. Matt Stutzman, el arquero sin brazos, sujetaba con su pie derecho el arco, tensaba la cuerda estirando el hombro derecho, al que llevaba atado una especie de arnés, y disparaba la flecha con la boca ante el asombro del público. 

Matt Stutzman

Entonces conquistó la medalla de plata pero se llevó la mayor ovación que se recuerda en aquellos Juegos.

El estadounidense se convertía en el mejor embajador de su lema: "Imposible es un estado mental".

Existe una posibilidad entre 350.000 de nacer sin brazos.

A Stutzman le tocó por una malformación en sus extremidades superiores que a día de hoy todavía no tiene explicación médica.

Sus padres biológicos decidieron darle en adopción cuando tan sólo tenía 4 meses.

El matrimonio Stutzman, de Kalona (Iowa), lo recibió en su casa cuando tenía 13 meses.

Tuvo una infancia como la del resto de niños, sólo que se manejaba con los pies.

Ahora es padre de familia y lleva todos los días al colegio a sus hijos en el coche.

Matt Stutzman es un ejemplo de superación y determinación

Precisamente la preocupación por su familia fue por lo que empezó en el tiro con arco.

Con 9 años aprendió a montar en bici, como muchos otros críos, pero en su caso sujetando el manillar con el pecho. Y a tocar la guitarra con 12. A los 14, su padre le enseñó a cazar, y dos años después probó por primera vez a tirar con un arco, justo cuando por fin ahorró suficiente como para comprar uno, a medias con su padre.

Fue él sólo quien aprendió a usar el arco, tensando la cuerda con la ayuda de su boca y utilizando los pies para sujetarlo.

La puntería venía de serie. A lo primero que apuntó fue a un ciervo, pero poco después, en 2010, se pasó a la modalidad deportiva.

La constancia, las miles y miles de pruebas le fueron dando más y más confianza, y en 2011 llegó al equipo paralímpico estadounidense.

Fuente: marca- el español