La bocacha, al ser la parte final del cañón, por la que sale el proyectil, debe tener un acabado preciso y perfecto, ya que es el último punto de contacto entre el cañón y el proyectil. El acabado de la bocacha es fundamental para la precisión, ya que es el último punto de contacto entre el cañón y el proyectil. Cuando se dispara un arma, se observa un destello en la bocacha conocido como fogonazo, que se produce por los gases calientes al salir del cañón. El tamaño del destello depende de varios factores, como la longitud del cañón, el tipo y cantidad de pólvora, etc. Los silenciadores son elementos que se colocan en la bocacha para disminuir el ruido que delata la posición del tirador. Lo que hacen es que dispersan a la salida del cañon el flujo de aire, de manera que el pistón, varíe menos, si lo que quieres es silenciar una arma de este tipo deberás fabricarte uno. Algunas escopetas traen este elemento fijo pero otras incorporan una rosca para poder quitarla. Incluso pueden sustituirse por una bocacha de corona dentada que además de hacer la función de apagallamas sirve para reventar cerraduras o abrir puertas. Si lo que queremos es una escopeta para defensa del hogar, no creo que necesitemos romper ninguna cerradura pero esos dientes que trae en su extremo nos proporcionan la capacidad de asestar un buen golpe a nuestro agresor. La bocachas dentadas se sitúan en la superficie de la puerta disparando a los puntos de anclaje, el exceso de presión se evacua a través  los respiraderos de la corona. Como munición se utilizan balas, postas comunes o frangibles. Estas últimas están diseñadas para destruir las puertas sin arriesgar vidas por rebotes o proyectiles que las atraviesen. La munición frangible está fabricada a partir de un polvo de metal mezclado con un aglutinante que puede destruir una cerradura y a continuación dispersarse inmediatamente.