La decapitación es la muerte por la remoción de la cabeza. Aunque ocurra en función de accidentes, la mayoría de las veces la decapitación es intencional en el caso humano. Es decir, una forma de asesinato en la que el ejecutor utiliza algún método para quitar la cabeza del cuerpo de la víctima.

decapitación

Este tipo de asesinato generalmente se realiza por medio de objetos laminosos capaces de cortar la cabeza del individuo con rapidez, como cuchillos, espadas o hachas

Por cierto, las hachas son las más funcionales para ese tipo de práctica, pudiendo quitar la cabeza en un solo golpe.

Sin embargo, como método de asesinato, la decapitación también puede ocurrir por ahorcamiento.

Obviamente es un caso más raro y exige circunstancias más extremas para ocurrir, pues necesita la fuerte acción de la gravedad de tal manera que permita que la fuerza en la caída del cuerpo sea suficiente para arrancar la cabeza con el impacto.

La decapitación puede ser consecuencia también de accidentes violentos que caracterizan la vida contemporánea, como en el caso de explosiones y accidentes industriales o envolviendo vehículos.

La decapitación es fatal en la especie humana, implica la muerte inmediata del individuo.

Esto es porque la pérdida de gran cantidad de sangre en la cabeza y en el cuerpo causa una caída acentuada en la presión sanguínea.

La consecuencia de la drástica alteración en la presión sanguínea es la pérdida de la conciencia y la muerte cerebral que ocurre en pocos segundos.

La decapitación siempre fue una forma de ejecución existente.

Durante la Edad Antigua y la Edad Media era forma común de asesinato entre los guerreros.

Pero el caso más emblemático de decapitaciones se produjo durante la Revolución Francesa en el siglo XVIII.

En aquella época fue creada la guillotina, un instrumento que está constituido por una gran y afilada lamina que cae de determinada altura cortando la cabeza del individuo que queda apoyada en la base.

La guillotina fue utilizada durante la fase más extrema de la Revolución Francesa, cuando decenas de cabezas eran cortadas por día.

En aquellos años, el río Senna  se puso de color rojo sangre por la gran cantidad de ejecuciones por decapitación en curso.

El método es todavía muy utilizado hoy entre grupos terroristas.