La historia del arma Chauchat: la peor arma de todas

Chauchat fue la ametralladora estándar del ejército francés durante toda la Primera Guerra. Fue una de las primeras armas diseñadas para ser transportadas y disparadas por un solo soldado. Su nombre popular viene de su ingeniero jefe, el Coronel Louis Chauchat.

Chauchat

Se fabricaron cerca de 260.000 unidades, convirtiéndola en una de las armas automáticas más producidas de la Gran Guerra.

La ametralladora de Chauchat fue a menudo llamada "La peor arma de todas", una reputación injusta.

Sus orígenes se remontan a 1903, cuando Louis Chauchat y Charles Sutter, en el Arsenal de Puteaux, comenzaron a trabajar en un arma diseñada para ser muy ligera.

Operable por un solo hombre y que disparara la munición francesa estándar, la Lebel 8mm.

De muchas maneras, Chauchat fue precursora del fusil de asalto moderno, pesando sólo 9 kg y con disparo automático o semiautomático, empuñadura de pistola, coronilla alineada y un cargador desmontable con 20 proyectiles.

La principal diferencia con un fusil de asalto moderno era que Chauchat utilizaba munición de potencia total.

Mientras que en los fusiles de asalto se utilizan municiones intermedias.

Chauchat es la única arma totalmente automática que utiliza el mecanismo de operación por "retroceso largo", inspirado en el fusil Modelo 8 auto-recargable.

Tuvo un desempeño horrible y se utilizó sólo para entrenamiento.

Pero aún así dejó una mala impresión entre los soldados estadounidenses.

Esta ametralladora francesa era tan mal, que los soldados que intentaban utilizarla querían tirarla.

Producidas durante la Primera Guerra Mundial, las armas  fueron tan mal hechas que no era posible reponer piezas con otras del mismo modelo.

Además, los grandes surcos laterales se llenaban de tierra y lodo de las trincheras durante las batallas.

Causando bloqueo inmediato e inutilizando el arma.

Ciertamente no era un arma perfecta, pero era altamente eficaz en aquella época.

Proporcionando apoyo de fuego esencial para las tropas francesas durante los ataques.

Los registros de medallas francesas muestran que los operadores de Chauchat fueron fundamentales para el éxito de tácticas de asalto modernas.

Incluyendo su utilización en la neutralización de nidos de ametralladoras.