Los vikingos son una antigua civilización originaria de la región de Escandinavia, que en los días actuales comprende el territorio de tres países europeos: Suecia, Dinamarca y Noruega. También conocidos como nórdicos o normandos, constituyeron una rica cultura que se desarrolló debido a la actividad agrícola, la artesanía y un notable comercio marítimo.
La vida de los vikingos orientada básicamente a los mares también colaboró para que la piratería se convirtiera en otra importante actividad económica de estos pueblos.
En varias invasiones realizadas por Europa Continental, los vikingos saquearon y conquistaron tierras, especialmente en la región de Bretaña, que hoy alberga el Reino Unido.
La caza era un acontecimiento social muy importante para los vikingos.
Aparte de proporcionar comida y vestido, servía como entrenamiento para la guerra, ya que se utilizaban indistintamente lanzas o arcos y flechas.
Se realizaban cacerías comunitarias, en las que se enseñaba a los niños el uso de las armas.
En el norte de Escandinavia se cazaban focas y morsas, cuyas pieles eran especialmente valiosas.
Se cazaban ciervos, jabalíes, alces, y caza menor como el conejo, y en el norte de Escandinavia se cazaban focas y morsas, cuyas pieles eran especialmente valiosas.
A continuación, venían los condes y jefes tribales que a su vez también disfrutaban de gran prestigio y poder de mando entre la población.
El poder de decisión entre los vikingos contaba con la presencia de ellos que, reunidos, debatieron la elaboración de sus propias leyes y los castigos a ser aplicados contra los criminales.
En el área religiosa, a los vikingos se les atribuye una rica mitología poblada por varios dioses siempre adorados en los eventos colectivos.
Varias historias involucran la lucha entre los dioses nórdicos o el embate entre las divinidades y los gigantes.
Odín por ejemplo, era adorado como "el Dios de los dioses".
Thor era la divinidad más popular, tenía poder sobre los cielos y protegía a los vikingos.
Sin embargo, a lo largo de la Edad Media, ante el proceso de cristianización de Europa, los vikingos fueron lentamente convertidos a esa religión.
Por último, la disolución de la cultura Vikinga ocurrió entre los siglos XI y XII.