El Turismo Activo, como forma de Ocio, puede decirse que es un tipo de turismo en el que el motivo principal del viaje es la participación en alguna actividad deportiva de aventura.
Una actividad con un mayor o menor componente físico, en la que el turista no ocupa una posición como mero espectador, sino que participa activamente en ella.
Uno de los atractivos del turismo activo es que, en algunos casos, está fuertemente ligado al medio natural, fomentando la relación con él de una manera dinámica y participativa, siendo muchas veces una excusa para profundizar en su conocimiento.
Esto lo convierte en una forma de ocio muy recomendable para todos aquellos amantes del medio ambiente y la naturaleza, así como de todas las personas que quieran cambiar por un momento sus rutinas diarias por una serie de
experiencias en entornos completamente distintos a los cotidianos.
La paz, la calma, el aire puro, la evasión y demás valores de los espacios naturales no están reñidos con una amplia serie de experiencias inolvidables, en los que cada persona se convierte en protagonista de su propia aventura.
En el turismo tradicional el lugar suele ser la atracción principal, en el turismo activo el propósito es experimentar y formar parte de las actividades que se desarrollan más que el disfrute del propio lugar en el que se realizan.
Algunas actividades que se engloban dentro del turismo activo
Montañismo. Consiste en ascender montañas, generalmente teniendo como meta llegar a su cumbre.
Escalada. Su objetivo es realizar travesías por paredes de gran pendiente, por lo común de roca.
Senderismo. Su objetivo es hacer un camino, con ruta fija o sin ella. Suelen ser trayectos largos que pueden durar más de seis horas.
Buceo deportivo. La actividad de incursionar en los cuerpos de agua como lagunas y mares con fines deportivos y recreativos.
También podemos englobar actividades no tan directamente relacionadas con el entorno natural ni con prácticas deportivas pero en las que el participante sigue teniendo una posición activa o encuentra un valor añadido en nuevas experiencias y emociones, como pueden ser los balnearios y Spas (turismo relajante), o las catas de
vinos (turismo enológico, enoturismo), actividades
gastronómicas, etc.