Mucha gente está acostumbrada a ver las películas del Viejo Oeste donde aparecen las diligencias. Una de la más grande era la compañía de Wells Fargo. Pero no era la única compañía de diligencias del Viejo Oeste.
La empresa fue fundada en 1852 en San Francisco, en el estado de California, cuando Henry Wells y William Fargo. Juntos, como socios, compraron carros de una empresa llamada Concord.
Con tamaños variados, con capacidades para de 6 a 12 pasajeros.
Los carros podían ser tirados por cuatro a seis caballos sin que los animales tuvieran que hacer mucho esfuerzo.
Ellas fueron adaptadas con compartimentos de cuero que funcionaban como maleteros en la parte delantera y trasera.
Bajo el asiento del cochero, había una especie de caja fuerte donde se guardaba el dinero con el que los pasajeros pagaban sus pasajes.
Y cofres con valores a transportados a bancos, pagos de funcionarios de empresas, etc.
Las diligencias de Wells Fargo fueron asaltadas varias veces por bandidos famosos: Jesse James, James Frank y sus respectivas bandas y muchos otros.
Al lado del cochero, se sentaba un guardia armado con revólveres y rifles. Además de los ataques de los asaltantes, las diligencias también sufrían constantes ataques de indios durante los viajes más largos.
Sin embargo, las compañías de diligencias prosperaron durante varios años. En 1880, Wells Fargo poseía 573 oficinas en varios estados de los Estados Unidos.
Era obviamente la más poderosa compañera de transportes del Oeste.
Sin embargo, a partir de ese año comenzó el desarrollo de los ferrocarriles.
Además de los pasajeros, los trenes transportaban en sus vagones animales como toros y vacas, caballos, documentos bancarios, etc., con mucho más rapidez y distancias mucho mayores.
Esto significaba el fin de las diligencias.