Los gladiadores son algunos de los personajes más destacados de la historia de Roma. Hombres que luchaban hasta la muerte para entretener una platea sedienta por sangre, que llenaba las arenas repartidas por todo el Imperio Romano.
Pero, al final, ¿quiénes eran esos hombres, por qué luchaban y por qué despertaban tanto interés de las multitudes romanas?
Los gladiadores eran esclavos normalmente capturados entre los prisioneros de guerra, que eran entrenados para luchar en las arenas del Imperio Romano.
Estos esclavos recibían ese nombre debido al gladio, una espada corta de dos filas utilizada por esos luchadores.
Estos esclavos, en general, recibían un mejor trato en relación a los demás esclavos de Roma, porque recibían una buena alimentación, cuidados con su salud, además de otros cuidados para garantizar su integridad física.
Todo esto porque los gladiadores eran esclavos que proporcionaban muchos ingresos a sus señores, empresarios especializados en alquilar esos luchadores para los espectáculos.
Es importante recordar que, a pesar de que la mayoría de los gladiadores son hombres, varias mujeres también entraron en la arena para luchar hasta la muerte.
De esta manera, los gladiadores se convirtieron en figuras muy populares en la antigua Roma, algunos se convirtieron en verdaderos héroes entre la población.
En muchos casos, si el gladiador consiguiera varias victorias, se le concedía la libertad, dejando así su condición de esclavo, lo que hacía a los gladiadores una categoría relativamente privilegiada entre los esclavos.
A pesar de luchar hasta la muerte en las arenas, a ellos las posibilidades de ser libres eran sustancialmente mayores que a la mayoría de los demás esclavos.
Los primeros registros de luchas entre gladiadores son de 286 a. C.
Se prohibieron en el año 325 por Constantino, pero continuaron ocurriendo por más de un siglo después, de manera clandestina.
Gladius es el término romano utilizado para designar la espada. Hoy en día se aplica a la típica espada de la Antigua Roma utilizada por las legiones.
Tenía una longitud aproximada de medio metro y una hoja recta y ancha de doble filo.
Las gladius romanas fueron adaptadas de las cortas espadas usadas por los mercenarios celtíberos (gladius hispaniensis) al servicio de Aníbal, durante las guerras púnicas.
Nunca se supo de un gladiador que hubiera desafiado directamente el poder del emperador, como fue retratado en la película del inglés Ridley Scott -Gladiador, EE.UU., 2000.