El trofeo es una de las formas más antiguas de premiación. Siendo capaz de transformar tu evento o competición en un marco inolvidable de mérito para aquellos que logren superarse entre todos los competidores.
Los trofeos pueden ser simples, como placas diseñadas, emblemas y texto relacionados al evento de la conmemoración.
O más complejos, con formatos y colores específicos que recuerden el evento.
Como figuras de los deportes practicados, siluetas de personajes, o hasta de formas que recuerden marcas famosa.
Producidos en diversas formas y materiales, los trofeos pueden ser confeccionados en acrílico, madera, latón y acero.
Además de poder unir esos materiales de forma armoniosa para crear un diseño diferenciado.
En el pasado, los trofeos eran sobre todo entregados como retribución de hechos militares o bélicos.
Por aquel entonces lo que se hacía en las batallas era usar armas y estandartes capturados al enemigo para colgarlos simulando la figura de un guerrero.
Como seguramente sepas, un reconocimiento común en la Antigua Grecia era la corona de laurel, concedida a los deportistas durante los Juegos Olímpicos.
En la antigua Grecia había dos tipos de trofeos.
El de armas, un tronco de árbol con ropaje y armamento y el trofeo permanente, de piedra o bronce.
En la forma, puede ser objetivamente una copa, placa, copa, medalla o tablilla.
El primero de los trofeos que comentamos, el construido con armas, se dedicaba a uno o más dioses, normalmente a Zeus, a quien se le atribuían las victorias.
Hoy en día, los trofeos se entregan con más frecuencia en eventos deportivos, artísticos y culturales.
La palabra trofeo viene del griego "tropaion" con el significado actual de cambio, vuelto o transformación.
Tiene su origen en el término latino "tropaneum", el cual se refería a armas, estandartes, otros objetos y bienes.
Hoy incluso se usan como regalos de empresa.
La tecnología en este campo ha avanzado tanto que incluso algunos creadores se valen de maquinaria 3D y de escultores profesionales.