Las bajas temperaturas del invierno pueden causar muchas molestias e incluso dolor en las extremidades del cuerpo, como las manos y los pies. Para los amantes de aventuras outdoor, donde muchas veces se pasan horas o incluso días al aire libre esto puede ser un problema.

Las manos y los pies, así como la nariz y las orejas, son las extremidades del cuerpo que más sobresalen y, por tanto, reciben menos sangre y tienden a enfriarse con los cambios de temperatura exterior.

Podemos notar que cuando tenemos frío, la punta de la nariz se pone roja y fría, al igual que las orejas y las mejillas. Los pies y las manos reciben poco flujo de sangre porque están alejados de órganos vitales del cuerpo como el corazón, el hígado o los riñones.

La temporada de invierno puede ser realmente complicada para aquellos que sienten frío.

Cuando la temperatura exterior es más baja, puede ser una misión casi imposible calentar el cuerpo, especialmente los pies y las manos.

¿Por qué sentimos las manos y los pies fríos?

Probablemente lo hayas notado en algún momento de tu vida, pero calentar pies y manos en un día helado se vuelve muy complicado incluso bajo las mantas.

Las razones por las que los pies y las manos están más fríos que el resto del cuerpo son innumerables. Desde el estrés hasta la diabetes, es importante conocer todos los signos fisiológicos para combatir este problema. Sin embargo, esto suele ser solo una reacción natural de nuestro organismo.

Cuando las temperaturas son bajas, el cuerpo responde contrayendo los vasos sanguíneos para retener el calor. Esto provoca una menor circulación sanguínea en las extremidades del cuerpo, provocando palidez y disminución de la temperatura en manos y pies.

Por ello, lo más recomendable es intentar llevar ropa abrigada para tratar de equilibrar la temperatura y mantener estas partes del cuerpo cercanas a la temperatura normal. Además, las bebidas calientes y el movimiento físico pueden ayudar a hacer circular la sangre y disminuir la sensación de frío incesante.

Cómo calentar tus manos y pies cuando estás en tus aventuras al aire libre

A la hora de planificar un viaje de invierno es común que las personas se preocupen únicamente por encontrar la chaqueta térmica ideal, pero como hemos citado anteriormente las primeras zonas de nuestro cuerpo que sufren el frío son  las manos y los pies, la nariz y las mejillas.

Esto sucede porque reciben una menor cantidad de flujo sanguíneo. Así que no debes dejar de lado los guantes, gorros, calcetines de lana, bragas y por supuesto botas que harán que tus pies estén protegidos y calientes.

Puedes utilizar tambiñen una bolsa térmica para calentar los pies, se recomienda hervir 3 litros de agua. Después de que el agua haya hervido, sumerja la bolsa térmica en el agua caliente durante 3 a 5 minutos, hasta alcanzar la temperatura deseada.

Los calentadores químicos son una buena opción para calentar

Los calentadores de manos químicos son imprescindibles cuando se pasa tiempo al aire libre cuando hace frío. Si tus dedos están fríos o te duelen los músculos, puedes usar calentadores químicos para calentarlos.

Activados por aire son calentadores de manos químicos de larga duración que comienzan a funcionar tan pronto como abras el paquete, exponiéndose al oxígeno del aire. Los paquetes químicos producen calor a partir de la oxidación del hierro a óxido de hierro (Fe 2 O 3) u óxido.

Este tipo de calentador produce calor de 1 a 12 horas. Agitando los paquetes para mejorar la circulación, lo que acelera la reacción y aumenta el calor.

Es posible quemarse con el contacto directo del calienta manos con la piel, por lo que el envase aconseja al usuario colocar el producto en la parte exterior de un calcetín o guante y mantener los envases fuera del alcance de los niños, que pueden quemarse con mayor facilidad.

Los calentadores activados por aire no se pueden reutilizar. Estos calentadores de bolsillo desechables son muy fáciles de usar. Solo queda abrir la bolsa, meter el calentador en un guante, bolsillo o calcetín y al cabo de unos minutos podremos sentir el calor generado.

Sin embargo, tardan un tiempo en calentarse, por lo que es mejor usarlos con guantes antes de que se te enfríen las manos.

Conclusión

Trata de evitar pasar de un ambiente muy caliente a uno muy frío, y viceversa, para evitar estresar el cuerpo, que tendrá dificultades para regular la circulación sanguínea y la temperatura interna.

No tomes líquidos muy fríos en ambientes muy calurosos, y envuélvete bien las extremidades del cuerpo (incluido el cuello) en ambientes muy fríos.

El golpe de calor puede causar parálisis facial y otros problemas de salud que deben evitarse. 

Abrígate bien para lanzarte a las aventuras al aire libre en invierno, no debes ir a la ligera ya que si no estás bien equipado tu viaje puede pasar factura.