El Viejo Oeste es el período histórico en el que Estados Unidos buscó expandir sus fronteras hacia la costa oeste del continente, que duró gran parte del siglo XIX y principios del XX. 

A pesar de que el inicio de la colonización del territorio norteamericano sucedió dos siglos antes, el interés por llegar a la otra costa surgió en 1803, luego de que el país adquiriera un estado perteneciente a Francia, episodio que se conoció como la “Compra de Luisiana”.

Sin embargo, en la búsqueda de riqueza y progreso, los exploradores no esperaban encontrar tanta resistencia por parte de la comunidad indígena que ya habitaba esa parte del continente.

El gran flujo migratorio de descendientes europeos acabó oprimiendo la cultura y población de la minoría étnica, que en este caso eran los indios.

Debido a la importancia de estos eventos para la historia de Estados Unidos, el Salvaje Oeste se utilizó como tema para varias manifestaciones artísticas. De la literatura al cine, está simbolizado por personajes, series, entre otros productos culturales de América.

La verdad del Viejo Oeste

Al principio, las ciudades no tenían juzgados, ejército, comisarías ni ningún signo de seguridad oficial. De ahí es de donde surgen las historias de tiradores y la confusión generalizada. Tener una reputación de buen pistolero era una forma de ser respetado y ganar autoridad.

Pero está mal pensar en Occidente como una tierra sin ley. Los asentamientos estaban estrictamente controlados por el gobierno. Cuando se establecieron, los pioneros tuvieron que enviar documentos al Congreso solicitando el reconocimiento de sus dominios. 

Hecho esto, se creó un conjunto de normas locales y se institucionalizaron los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

¿Y las armas? En muchas ciudades del Salvaje Oeste, su control era más estricto que en los Estados Unidos de hoy. El Viejo Oeste no fue tan violento como podría pensarse. Los vaqueros eran más peones que pistoleros y pasaban largas semanas fuera de casa.

Comparado con la situación actual, en la que 49 de 50 estados estadounidenses permiten a los ciudadanos tener armas y caminar con ellas en la calle. Sorprendentemente, el Viejo Oeste era más responsable con las armas

Por tanto, los homicidios eran raros. En promedio, las ciudades fronterizas registraron menos de dos por año. Incluso en las grandes ciudades, la violencia no era un lugar común.

Los robos a bancos también fueron infrecuentes. Los banqueros construyeron edificios suntuosos y bien protegidos porque querían transmitir la noción de prosperidad y seguridad a sus clientes.

Los duelos eran raros. Cuando sucedieron, fueron detenidos fuera de las ciudades, con cita previa y observando una serie de reglas: Era obligatorio tener testigo, sacar armas al mismo tiempo, no disparar por la espalda más de una vez.

Aun así, cualquiera que se metiera en duelos podía ser arrestado, porque era ilegal.

En las películas occidentales, los indios a menudo son retratados como enemigos temibles. Pero no fue así. De hecho, fueron dominados y oprimidos por los blancos. 

Los mitos del Viejo Oeste comenzaron a darse a conocer antes de la aparición del cine. A partir de la década de 1880, las caravanas de circo recorrieron el país protagonizando batallas, grandes duelos, pistoleros y cowboys

Uno de los espectáculos más famosos fue Buffalo Bill's Wild West Show, creado en 1883 por el propio Buffalo Bill, un exsoldado que era famoso por su habilidad para derribar búfalos con un solo disparo.

Los pistoleros más temidos del Viejo Oeste

Los pistoleros del Salvaje Oeste inspiraron una enorme cantidad de historias, tanto por sus hazañas como por sus crímenes. Aunque muchas de estas historias pertenecen al mundo de la ficción, hay algunas que son muy reales. Te contamos quiénes eran los cinco pistoleros más temidos.

Clay Allison (1840-1887) - No es de extrañar que lo llamaran "Crazy Clay" desde que era muy joven. Este vaquero de Texas tenía fama de ser rápido en el gatillo, y aunque se casó joven, su esposa desapareció unos días después de la ceremonia y nunca más volvieron a saber de ella.

Había innumerables órdenes de aprehensión en su contra, pero nadie se atrevía a ser su verdugo. Cuando se unió a un batallón durante la Guerra Civil, sus compañeros rápidamente lo etiquetaron como psicópata, debido a su falta de escrúpulos a la hora de matar.

Joaquín Murrieta (1829-1853) - Este mexicano fue quien inspiró la historia del Zorro, porque se decía que solo practicaba sus crímenes contra los anglosajones y los ricos. Pero en realidad, solo era un asesino que mataba a todo el que lograba robar, aunque fueran unas monedas o incluso por diversión.

John Wesley Hardin (1854-1895) - Es el pistolero sin precedentes del Salvaje Oeste, ya que se cree que mató a 58 personas, incluidos 4 alguaciles. Trabajó solo y una vez detuvo un tren en el que viajaban 100 personas.

Murieron 3, se llevaron 20 mil dólares y las pertenencias de todos los pasajeros. A pesar de haber pasado 16 años en prisión, salió de la prisión para volver a cometer delitos.

Jesse James (1847-1882) - Incluso ofrecieron 100.000 dólares por su captura, lo que demuestra que el pistolero no era un delincuente cualquiera. Este hombre occidental guapo y salvaje fue considerado un héroe por sus increíbles robos y por eludir las leyes estadounidenses.

Murió a tiros en la nuca por un fanático falso, conocido hoy como "el cobarde Robert Ford".

Wyatt Earp (1848-1929) - A diferencia de todo lo demás, Wyatt murió de vejez. Fue uno de los más crueles y malvados de la historia y se retrató innumerables veces en el cine. Junto con su familia, logró dominar pueblos enteros, protagonizando uno de los tiroteos más grandes de la historia, en O.K. Corral, en una disputa entre vaqueros y policías.

Si te gustan las historias del Viejo Oeste y sus armas, en Desenfunda tenemos las mejores réplicas de armas del Salvaje Oeste que seguro te encantarán y podrás revivir las leyendas de los pistoleros y cowboys.