Las llaves de chispas fueron desarrolladas en Francia a inicios del siglo XVII. Rápidamente reemplazó a los anteriores mecanismos, tales como la llave de mecha y la llave de rueda. Continuó siendo empleada por más de dos siglos, hasta que finalmente fue reemplazada por la llave de percusión.
A comienzos del siglo XIX la producción armera de la comarca era exclusivamente artesanal y supeditada a un sistema gremial.
Al mismo tiempo, fue surgiendo en Éibar una incipiente producción privada capaz de producir armas a precios competitivos esforzándose en la reorganización del entramado industrial tras sucesivos éxodos.
El siglo XIX fue un siglo caracterizado por grandes cambios, nuevas tecnologías, los primeros pasos hacia la industrialización y la decadencia del sistema gremial ante los que la industria armera no podía estar al margen
Las llaves de chispa se mantuvieron en el armamento portátil hasta que en la década de 1820 se generaliza el uso de las de percusión gracias a la invención inglesa de la cápsula fulminante o pistón.
Las ventajas que ofrecía el nuevo sistema no solo supuso el abandono de la producción de armamento de chispa, sino también la transformación de una gran parte de ésta al nuevo sistema, transformaciones artesanales en las que se aprovechaban antiguos cañones, obras de arcabuceros de prestigio.
Con la sustitución de la llave de chispa por la de pistón se dio un gran paso en la carrera tecnológica del diseño de armas al que sucedieron nuevas invenciones como el rayado del cañón entre otros.
Una típica llave de chispa tiene un trozo de pedernal que es sostenido entre dos quijadas al extremo de un corto martillo.
Este martillo es tirado hacia atrás y amartilla el arma.
Tras apretar el gatillo, el martillo accionado por un muelle va hacia adelante, haciendo que el pedernal golpee una pieza de acero llamada rastrillo.
Al mismo tiempo, el movimiento del pedernal y el martillo empujan al rastrillo hacia adelante, abriendo la cubierta de la cazoleta que contiene la pólvora.
Al golpear el pedernal contra el rastrillo se producen una serie chispas, que caen en la cazoleta y encienden la pólvora.
La llamarada pasa al interior del cañón a través de un pequeño agujero llamado "oído", encendiendo la carga propulsora y provocando el disparo del arma.
Si te gusta las réplicas de armas no dejes de visitar nuestra tienda, tenemos colección de replicas de armas antiguas, tanto de fuego como pueden ser revólveres, pistolas, fusiles, subfusiles, ametralladoras, carabinas, como armas medievales, espadas, sables, hachas, manguales, cañones, etc.
También disponemos de Replicas de Chapas e Insignias en tamaño real.