La heráldica se refiere simultáneamente a la ciencia y al arte de describir los blasones de armas o escudos. Los orígenes de la heráldica se remontan a los tiempos en que era imperativo distinguir a los participantes en las batallas y los torneos.

heráldica

Así como describir los servicios por ellos prestados y que eran pintados en sus escudos.

Sin embargo, es importante notar que un escudo de armas es definido no visualmente, pero antes por su descripción escrita, la cual se da en un lenguaje propio, el lenguaje heráldico.

El escudo de armas tal y como hoy lo entendemos nace en el siglo XII.

Anteriormente, aun admitiendo la existencia de piezas y figuras en los escudos de los guerreros, no constituían el blasón propiamente dicho, sino más bien un signo de distinción entre los combatientes.

Los primeros en usar estos signos distintivos son los griegos, quienes en sus escudos de guerra colocaban símbolos que pretendían representar un ideal, generalmente de quienes los empleaban.

Pero la realidad es que sus emblemas no pasaban de ser puramente personales y que no hasta bien entrada la Edad Media, dichos emblemas comienzan a ser el símbolo de un linaje.

También los romanos emplearon símbolos de distinción, pero al no ser hereditarios carecen del valor que hoy damos a los elementos y representaciones heráldicas.

En el siglo VI, antes de Cristo, se conocen en Europa los primeros emblemas que se adoptan para significar una relación continua.

Se usan y se emplean exclusivamente para significar símbolos de poblaciones, en tanto que los emblemas gentilicios continúan siendo puramente individuales.

La diferencia esencial entre unos blasones y otros entre los correspondientes a las armas de linajes nobles y a los de la burguesía es el timbre.

Por él se diferencian las armerías y por su medio se establece rápidamente la pertenencia a cada una de ellas.

Por eso y de ahí que el timbrar correctamente los blasones es de capital importancia en la Heráldica.

Pues por medio de su grafismo se interpreta rápidamente a su poseedor, catalogándole entre la nobleza, la burguesía, la Iglesia, los profesiones que timbran particularmente los blasones de sus individuos o de las corporaciones con su amplia gama de ornamentos exteriores que las distinguen.

La evolución de la aplicación de las armas se produce desde su origen, que es en la propia guerra en donde se emplea al escudo para la defensa.

Y en el caso de muerte sirve de adorno en el monumento funerario, acompañando y quedando de señal en la última morada de su poseedor.

Entre estos extremos, que son los límites, el blasón tiene toda clase de empleo.

La legislación y costumbres heráldicas más antiguas se codifican en Francia.

Quizá por ello, y de ahí la notable y decidida influencia de la Heráldica francesa en toda la Ciencia Heráldica universal.