Cuando los nazis asumieron el poder en Alemania, liderados por Adolf Hitler, llevaron al Estado no sólo una visión radical de la política, sino también perfiles artísticos y culturales que son base de muchas investigaciones actualmente.

Nazis

Además de todo el militarismo que caracterizaba al gobierno alemán de la década de 1930, había una serie de símbolos e ideologías que marcaban profundamente el día a día del nazismo.

Adolf Hitler discursaba en pro de una supuesta raza superior, los arios, e incendiaba en el pecho de los alemanes la idea de superioridad, estimulando la fuerza para la superación de la crisis y la ampliación del poderío de Alemania en Europa.

Simultáneamente, predicaba la intolerancia contra un grupo de individuos que eligió como originario de los problemas sociales y que debía ser eliminado, los judíos.

En medio de ese escenario acalorado y ofensivo de la década de 1930 estaban los múltiples símbolos caracterizantes de las expresiones culturales e ideológicas de los nazis.

De entre todos ellos, lo que más se destacó fue el uso de la esvástica, símbolo que se hizo máximo en la identificación de Alemania liderada por Adolf Hitler.

Sin embargo, existían otros. Uno de ellos era el llamado Sol Negro.

La imagen, toda en color negro, estampaba un sol central expeliendo doce rayos.

Observando más precisamente, el símbolo estaba compuesto de tres suásticas, aumentando la identificación con el nazismo.

Los nazis creían por completo que representaban una raza superior.

Sabían de la supremacía que la condición de la raza les ofrecía, los nazis imaginaban que vencerían la Segunda Guerra Mundial y ya preparaban una política para la dominación del mundo.

Amparado por ideas esotéricas y ocultistas, el misticismo nazi separaba símbolos por los lugares que consideraba más relevantes para la raza aria.

Uno de esos lugares era el castillo Wewelsburg, cerca de la ciudad de Paderborn.

Los nazis de la SS, tropa de gran influencia en el gobierno de Adolf Hitler, hicieron obras de ampliación del castillo preparando la región para que fuera el centro de control del mundo después de la Segunda Guerra Mundial.

El castillo recibió varios ornamentos nazis.

En el piso de mármol del castillo se implantó un mosaico con un disco dorado en el centro, representando el Sol Negro.

Este término, sin embargo, sólo se hizo popular con el fin del conflicto armado, especialmente porque, debido a la luminosidad del lugar, el símbolo parece ser de color negro.

El Sol Negro es utilizado actualmente por corrientes del neopaganismo, que atribuyen significados distintos al símbolo, pero también por los integrantes de grupos neonazis.