Hoy vamos a hablar un poco sobre la empuñadura del arma y algunos elementos de tiro. Los fundamentos de los tiros son aquellas acciones imprescindibles, que no se pueden fallar y que son factores vitales y condicionantes para realizar un disparo preciso.

Cualquiera que sea el tipo de disparo, ya sea con armas cortas o largas, el uso de estos fundamentos definirá la precisión de un disparo. 

Son:

  • Empuñadura
  • Posición del cuerpo
  • Respiración
  • Activación de gatillo

La empuñadura del arma

Un principio muy importante para realizar un tiro correcto y representa el 20% de tu efectividad.

El arma debe sujetarse firmemente, pero sin apretar demasiado. El arma, la muñeca y el antebrazo deben formar un conjunto firme para una mejor estabilidad. Los dedos que realmente sostienen el arma son el medio, el anular y el meñique, siendo reforzados con el pulgar que abraza el agarre del arma.

El dedo índice antes del disparo debe estar extendido y fuera del gatillo. En el momento del disparo, la falange distal del dedo índice debe tocar ligeramente la tecla de activación y no debe tocar ninguna otra parte.

En el caso de las pistolas, se debe tener cuidado en el momento de empuñarlas para que el perno, al dar marcha atrás en el momento de la retirada después del disparo, no lastime la mano del tirador.

El arma debe adaptarse a la mano de cada tirador. Hay muchas variantes en cuanto al tamaño de la mano. Hay  manos grandes, hay manos más largas o más gruesas con dedos, manos pequeñas con dedos muy pequeños y delgados.

Estos aspectos son relevantes para un agarre perfecto y, en consecuencia, un tiro preciso. Esto se puede corregir cambiando la placa del mango según la mano de cada tirador.

La posición del cuerpo influye directamente en la efectividad del disparo

Una posición incómoda cansa al tirador y compromete el resultado del disparo.

Posición del cuerpo para disparar con precisión con armas cortas - Posición de pie, en alineación oblicua al objetivo, apertura de los pies más o menos igual al ancho de los hombros, para dar buena estabilidad, apoyar el pulgar de la mano débil en el cinturón del pantalón y levantar el arma a la altura de los ojos, en paralelo. al suelo y hacer el objetivo. Busca siempre esa posición cómoda y estable para disparar.

Posición isósceles: de pie con armas cortas - Es una de las posiciones más habituales y utilizadas. Es una posición de gran estabilidad, ya que forma una base triangular de los dos brazos con el pecho.

Con el arma en doble empuñadura, los brazos extendidos, los pies paralelos y mirando al objetivo, la apertura del pie igual al ancho de los hombros, el cuerpo semiflexionado, el arma se eleva al nivel de los ojos y se hace el objetivo.

Postura de Weaver - Este puesto fue creado por el policía estadounidense Jack Weaver.

En esta posición los brazos están flexionados. La mano de apoyo se une a otra mano fuerte formando un doble agarre, presionando el arma contra el francotirador para mantener el arma segura y firme. El pie izquierdo está adelantado.

La posición de Weaver modificada es la misma, sin embargo, el brazo de agarre está completamente extendido.

La estabilidad del arma, al disparar, está directamente relacionada con la respiración

La respiración activa un grupo de músculos que promueven pequeños movimientos en el cuerpo y estos movimientos se transfieren al arma, que en consecuencia alteran la línea de visión y que influye en la efectividad del disparo.

La mala respiración provoca una falta de oxígeno en el cerebro, provocando así varios otros efectos como confusión mental, pérdida de coordinación motora, estrés, entre otros, especialmente cuando se trata de una situación real donde el aspecto psicológico está en ebullición.

Pero, incluso cuando se trata de disparos de precisión en los campos de tiro, la respiración siempre debe cuidarse con mucho cuidado, ya que tiene una influencia directa en el resultado que se registrará en el objetivo del tirador.

El disparo del gatillo es el resultado final del disparo y representa el 25% de su efectividad

Es la base más decisiva en el resultado del disparo. La activación correcta depende de un buen agarre, el mango del arma adecuado al tamaño de la mano, una posición cómoda y un control respiratorio razonable.

Posición de los dedos. El dedo debe alcanzar la tecla del gatillo correctamente. Los dedos muy grandes tienen dificultad para posicionar la falange distal sobre el gatillo, así como los dedos muy pequeños y delgados tienen dificultad, ya que solo la punta del dedo toca el gatillo, provocando un pequeño desplazamiento en el arma.

Por tanto, para corregir esta distorsión del tamaño de la empuñadura del arma con el tamaño de la mano, es necesario hacer la adaptación necesaria a la empuñadura del arma, para que la pulpa de la falange distal toque cómodamente la tecla de disparo.

La presión del dedo sobre la llave del gatillo debe estar en el mismo eje que el cañón del arma, ya que una fuerza en una dirección oblicua al eje del arma provoca una pequeña desviación en el cañón, comprometiendo así la precisión del disparo.

Ten en cuenta que al tener un arma es importante tener un conocimiento mínimo de la misma y los fundamentos del tiro y para entrenar, entrenar mucho, para que el momento de usarla se haga de forma segura y produzca el resultado esperado.