Más de una vez algunos de nosotros al coger nuestra cantimplora para ir a la montaña o realizar alguna ruta, hemos visto que olía mal o que había algún resto, y nos hemos preguntado ¿Como lo limpiamos y sabemos que está bien limpia?

cantimploraLas cantimploras de plástico, por ejemplo, suelen impregnar el gusto de cualquier cosa que no sea agua. Si algún gusto se impregna en su pluma de plástico, trata de resolver con agua caliente y un puñado de sal.

Lo que funciona muy bien para quitar el sabor malo es colocar una cucharada de bicarbonato de sodio junto con agua, cerrar y agitar bien, después es sólo vaciar y repetir el procedimiento.

Las cantimploras de aluminio tienen otro problema, que es la oxidación. Dejar algunas gotas de agua en el cantil por muchos días puede inutilizarlo con puntos oxidados.

Para evitar estos problemas, evita al máximo usar cualquier líquido que no sea agua en tu cantil.

Después del uso de tu cantimplora, hay algunas formas recomendadas para la limpieza.

Algunas personas sólo recomiendan el uso de agua corriente y un cepillo para limpiar las cantimploras, dando más atención a la boquilla.

Puedes  también  colocar 2 gotas de agua sanitaria para cada litro de agua.

Deja descansar por 30 minutos y luego enjuaga muy bien con agua corriente.

Deja que la cantimplora se seque boca abajo para eliminar la posibilidad de que las gotas de agua queden perdidas dentro, algo extremadamente nocivo, principalmente para los productos de aluminio.

Para ayudar a limpiarla te conviene frotar el interior con un cepillo de dientes viejo o uno de esos cepillos usados para lavar el biberón del bebé.

Para quitar el óxido te recomendamos el siguiente truco casero: llena tu cantimplora con una gaseosa de cola, déjala reposar aproximadamente una hora.

De este modo tu cantimplora quedará limpia y libre de óxido.