La luz química consiste en una única ampolla de vidrio que está suspendida en una segunda sustancia, que cuando se rompe y se mezcla, proporciona luz quimioluminiscente. Son resistentes al agua, no utilizan pilas, no generan calor, son económicos y desechables.

Pueden tolerar altas presiones, como las que se encuentran en el agua, y las fuerzas militares, los campistas y los buceadores recreativos pueden utilizarlos como fuentes de luz o marcadores de luz. 

Se consideran la única fuente de luz segura para su uso inmediato después de cualquier evento catastrófico.

Tener una fuente de luz confiable y segura en tiempos de crisis puede marcar la diferencia. Con la luz puedes orientarte y buscar ayuda más fácilmente. También puede señalar en caso de rescate, dónde se encuentra para que las fuerzas de rescate puedan encontrarlo.

Como no produce chispas ni calor, se puede utilizar en edificios derrumbados o accidentes en carreteras con líquidos inflamables ya que no hará que el lugar explote ni se incendie.

Para la situación de accidentes con múltiples víctimas puedes usar una por ejemplo en diferentes colores, o si solo tienes un color, marcar las víctimas que necesitan ser rescatadas en el primer momento.

En campamentos o senderos, puedes usar la luz química en tu mochila para que otras personas del grupo puedan verte desde lejos y así no perderse.

Cómo funciona la luz química

Las barras de luz química utilizan la energía de una reacción química para emitir luz. Esta reacción química comienza con la mezcla de varios compuestos químicos.

Los compuestos son sustancias formadas por átomos de diferentes elementos, unidos en una estructura rígida. Cuando se combinan dos o más compuestos, los diversos átomos pueden formar una nueva disposición para formar nuevos compuestos y, según la naturaleza de estos compuestos, esta reacción provocará una liberación o absorción de energía.

Las  luces químicas vienen en una variedad de colores. El color de la luz está determinado por la composición química de un tinte fluorescente en la barra.

La reacción entre los diferentes compuestos de una barra de luz provoca una liberación sustancial de energía. Como en una lámpara incandescente, los átomos de los materiales se excitan, lo que hace que los electrones pasen a un nivel de energía más alto y luego regresen a sus niveles normales. 

Cuando los electrones vuelven a sus niveles normales, la energía se libera en forma de luz.

La luz química, en sí misma, es solo una carcasa para las dos soluciones involucradas en la reacción, esencialmente es un experimento químico portátil.

La seguridad es lo que aporta la luz química  a sus usuarios

¿Necesitas dejar una fuente de luz en la habitación de tu hijo? Usa la luz química. Puedes colgar en la cama sin riesgo de incendio o intoxicación por humo o cualquier otro producto de velas encendidas.

¿Montas en bicicleta y tu luz se apagó? Coloca una barra de luz química delante y detrás y podrás señalar tu posición.

Normalmente se utiliza como elemento de supervivencia para excursionistas en senderos para señalizar en caso de pérdida de camino.

El uso ha sido probado por las fuerzas militares de todo el mundo durante más de 40 años, las barras de luz química mejoran la seguridad de las operaciones y el entrenamiento.

Sin duda, es una opción para usar como señal de emergencia o para suplir una pérdida inesperada de batería en las linternas.

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