¿Cómo funcionan las balas inteligentes?
Desde principios de este década, un equipo de investigadores de los Laboratorios Nacionales Sandia, en EE. UU., ultima en desarrollo de un nuevo tipo de proyectiles para armas de fuego de pequeño calibre capaces de impactar en un objetivo situado a casi dos kilómetros de distancia. De hecho, estos ingenios pueden alterar su trayectoria para alcanzar al objetivo aunque se encuentre oculto a la vista del tirador, por ejemplo escondido tras un contenedor. Para ello, han debido de haber sido fijados previamente con un láser. Las balas, que en esencia funcionan como un minimisil, consiguen orientarse hacia la diana gracias a un sistema de rastreo. Este está integrado por un sensor óptico capaz de detectar el haz, un procesador que gestiona la información que le proporcionan el anterior y una batería. En función de los datos recibidos, unos actuadores electromagnéticos despliegan unas pequeñas aletas que dirigen el proyectil hasta el blanco. Durante los ensayos, un led fijado a estas balas autoguiadas permite seguir su vuelo. El dispositivo se encuentra de momento en fase experimental, pero los primeros prototipos solo fallan los objetivos situados a un kilómetro de distancia por menos de 20 centímetros, cuando, en situaciones de combate, los proyectiles convencionales disparados desde armas no equipadas con sistemas especiales de puntería pueden hacerlo por hasta 9 metros, según los expertos de los Laboratorios Sandia. La bala inteligente es un tipo de proyectil que puede corregir su trayectoria para acertar su destino. Ahora bien una bala en general es una parte de la  munición que dispara un arma de fuego, aunque muchos creen que el término “munición” es sinónimo de “bala” la verdad es que la munición es mucho más amplia como concepto: la munición incluye el proyectil, el casquillo o cartucho y la sustancia explosiva o la pólvora en particular. La bala es el proyectil en sí. El último precedente de la bala inteligente está en los misiles balísticos y las bombas inteligentes que se han usado en los últimos conflictos armados. Al poder corregir su trayectoria usando las aletas móviles que disponen estos dispositivos solo necesitaban de un sistema que les indicara la trayectoria, en los primeros sistemas se usó un grupo sofisticado de brújulas giroscópicas que permitían guiar la trayectoria. Hoy día se ha sustituido parte del complicado  sistema giroscópico por un sensor de luz que busca un punto luminoso que es generado por un láser.