Es la solución que pretendemos aplicar para sobrevivir a un enfrentamiento, en el cual nosotros somos generalmente la víctima y estamos dentro de la ley, y el agresor, además de tener la iniciativa, está vulnerando la misma con su acción. ¿Cuál es la técnica de tiro de combate?
La técnica está basada sobre el principio de que una persona debe de actuar bajo una presión emocional grande. Por tanto, actuará de manera automática, casi sin pensar, con rapidez y precisión.
Una persona en esta situación (bajo presión), es de esperar que desenfunde su arma rápidamente.
Señale en la dirección al agresor y presione rápidamente el disparador, estando su mirada concentrada en el agresor y no en las miras.
En tiro de combate, la efectividad se reparte de la siguiente manera, 85% de un buen disparo es mérito del tirador
El 15% restante está sujeto a factores como, la elección del arma, munición, condiciones de tiro (terreno irregular, nocturnidad, bajo presión... etc.).
Las pistolas que posean gran cantidad de piezas y seguros son buenas candidatas a sufrir la misma cantidad de averías o colocarse accidentalmente los seguros.
Debemos partir de la base de que demasiados seguros son inseguros. Así pues, el manejo del arma debe simplificarse al máximo.
La palanca de retenida es inútil y peligrosa, en su lugar usaremos la corredera, tiraremos tres veces de ella, de esta forma solucionaremos todos los problemas del arma.
Salvo dos, pestaña extractora (sí la pestaña extractora se daña, podemos golpear la corredera contra el suelo y disparar entonces la munición que tengamos en la recámara) y aguja percutora (sí la aguja percutora se daña imposibilita el disparo).
Para el tiro de combate la simplificación del arma y su empleo es fundamental
Por tal motivo eliminaremos o compraremos armas que no tengan seguro de aleta, percutor o cargador, así mismo descartaremos fundas de cuero y extracción rápida.
El arma se lleva en la cintura, dentro del pantalón y sujetada por el cinturón, la cual estará operativa con sólo tirar de la corredera.
Y que en supuesto de encasquillarse, sólo tendremos que tirar de la corredera tres veces seguidas para solucionar el problema.
Para neutralizar a un adversario, el escolta disparará tres veces sobre el blanco, en lugar de los dos que se hacían hasta ahora.
Así garantizamos que un disparo, como mínimo, alcance el objetivo o si legan los tres, un efecto de shock (si no alcanzamos un punto vital mortal) devastador.
La capacidad de tirar con las dos manos elimina la elección de portar el arma a la izquierda o a la derecha, o de ser alcanzado por no saber disparar con la otra mano.
La bala en recámara queda descartada, pues los accidentes fortuitos superan a las ventajas.
El cambio de cargador se efectuará en una posición de guardia baja, rodillas, a esta modalidad se la conoce como cambio de cargador táctico.