La producción de armas y arcos indígenas varía mucho, tanto en tamaños, formatos y en el material empleado. Cada comunidad indígena aprendió a trabajar de acuerdo con los recursos naturales existentes en su región y de acuerdo con el tipo de actividad.

arcos indígenas

Hay arcos y flechas más apropiados para la caza, para la pesca y para la defensa.

Incluso en la caza, la variedad de arcos y flechas empleadas es enorme, cada tipo de animal podrá tener un equipo diferente.

La idea principal de este artículo es hablar sobre algunas maderas y fibras naturales que pueden ser utilizadas en la construcción de tu propio arco y flecha.

Como materia prima para el arco, el ipê púrpura una excelente opción.

Otras maderas que pueden ofrecer buenos arcos son el tucum, la aroeira, el palo-hierro, el guatambu, el limonero, el genipapeiro, el tallo de la pupunla e incluso el caule de otras palmeras.

En cuanto a la madera, es interesante dejarla secar por un largo tiempo.

Los arcos indígenas hechos de madera y paciencia

Si la prisa es grande, para emergencias o unos pocos días de diversión,  puedes construir su arco de madera todavía verde que funcionará, pero también elija un segundo pedazo aún más adecuado para dejar secar antes de producir un arco más caprichoso.

Se dice que la madera se vuelve más durable y menos propensa a ataques de plagas como cortada en la luna menguante.

Los arcos modernos son generalmente desbastados en las extremidades para concentrar la tensión en las partes más fuertes, pero los arcos indígenas generalmente usan la madera entera, sin desbastes, no que esto sea una regla, dada la variedad de etnias indígenas.

Las flechas se pueden hacer de bambú o de otras maderas rectas y generalmente leves. Las penas son importantes para estabilizar la jornada de la flecha, que sigue girando.

Para flechas parecidas a las indígenas brasileñas por ejemplo, puedes utilizar dos plumas para dar estabilidad.

Puedes apuntar la flecha para hacer la punta del modo más simple, o mejorarlo, elaborando una punta de piedra, madera o incluso metal.

Estos son instrumentos letales utilizados desde hace siglos en guerras y también en cacerías.