En un edificio de hace unos 3.000 años situado en la península arábiga, en lo que es a día de hoy el sultanato de Omán. Los investigadores creen que fue en el pasado un complejo religioso, se ha excavado un depósito oculto de armas ornamentales en miniatura.

armas de bronce

Contenía dagas, hachas de guerra, arcos y flechas, posiblemente antiguas ofrendas a algún dios de la guerra.

Estas armas, hechas de metal y demasiado pequeñas para ser utilizadas realmente como armas, están datadas entre el 900 a. C. y el 600 a. C.

Según una nota de prensa emitida por el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS - Centro Nacional de Investigaciones Científicas francés).

Los investigadores han afirmado al respecto que la sociedad que están estudiando  que no estaba alfabetizada.

Por lo que podríamos no llegar a saber jamás a qué dios, si lo había, se realizaban estas ofrendas.

Como se afirma en la nota de prensa emitida por el CNRS: La naturaleza no funcional de la mayoría de estas armas podría indicar que fueron diseñadas como ofrendas a algún dios o diosa de la guerra, y/o como elemento clave en prácticas sociales aún no bien comprendidas por los arqueólogos.

Esto se añade al hecho de que los arqueólogos encontraron pequeñas serpientes de bronce.

Y tamibén fragmentos de quemadores de incienso entre las armas.

Pequeñas armas de bronce y sus misterios

Este tipo de objetos estaba habitualmente asociado con las prácticas rituales y religiosas.

Tenían lugar por aquel entonces en aquella región. 

El pueblo que habitaba hace casi 3.000 años lo que hoy es Omán fabricó estas armas en miniatura.

Fabricadas en una época en la que la producción de metal en el este de Arabia iba en aumento.

Según los investigadores, el desarrollo de los metales implicaba la aparición de una sociedad cada vez más compleja.

Las pruebas de esta creciente complejidad las podemos ver en la proliferación de fortalezas y monumentos de esta época en la zona.

En una reducida habitación sin puerta de esta estructura el equipo descubrió las pequeñas armas de bronce.

Datan de la Edad del Hierro II.

Los investigadores han explicado que estos ornamentos parecen haber caído de algún estante o mueble.

O podrían haber estado colgados de las paredes de la habitación.

Y por lo tanto que se habrían venido abajo con el paso del tiempo.