Ser cazador implica algo más que tener una licencia de caza y una escopeta, porque la utilidad de esta última depende del buen uso que se haga de ella no solo al disparar los cartuchos, sino en todos los momentos, incluso cuando está guardada.

La vida útil de un objeto es aquella que comprende el periodo de tiempo que va desde que se compra hasta que se considera inservible o con un funcionamiento irregular o pésimo.

Por tanto aunque esto es aplicable a la mayoría de los artilugios que compramos, unos durarán más que otros o mejor dicho unos nos durarán mas a unos y menos a otros en función de como los tratemos y conservemos.

El cuidado de las cosas no requiere mas que un poco de atención y tiempo, así que os dejamos una lista de cosas que deberíamos hacer con nuestras armas de caza:

  • Transportarla siempre en la funda para escopetas
  • Utilizar siempre munición adecuada y de calidad
  • Limpiarla exteriormente con un paño seco y productos no corrosivos
  • Limpiar los cañones solo con una grata de limpieza
  • Guardar la escopeta en un armero o armario cerrado
  • Utilizar lubricantes para armas
  • Preservarla de ambientes húmedos (bodegas, sótanos, etc)
  • Reparar los arañazos en la madera en cuanto estos se produzcan
  • No apoyar la culata en suelos donde haya aceites, grasas o productos químicos
  • Llevarla al armero en el momento que notemos el mínimo fallo

Aunque esta es solo una lista básica de cuidados, dicen los entendidos que las escopetas no deben prestarse, primero porque se trata de armas y segundo porque en el momento que salen de nuestra custodia difícilmente sabremos el trato al que están sometidas, y simplemente el uso de munición no adecuada o la falta de limpieza tras el uso, puede repercutir en la longevidad que hablábamos antes.

Si seguimos estos consejos  no solo alargaremos la vida útil de la escopeta, sino que además su estado de conservación incrementará el valor en caso de que tengamos que venderla.