En época de poda cualquier jornalero sabe lo difícil que resulta manejar una tijera de mano para cortar las ramas y sarmientos sobre todo porque si no se cuenta con la suficiente experiencia, a las pocas horas de iniciar la poda el rendimiento disminuye.

Los trabajadores primerizos piensan que haciendo una prueba de diez minutos pueden calcular con precisión el tiempo que van a necesitar para podar todos los árboles, y muchos de ellos son capaces de trabajar a destajo convencidos de que el ritmo de trabajo es constante y no caen en la cuenta de que conforme pasen las horas, el cuerpo está mucho mas cansado y resultará imposible trabajar la poda al mismo ritmo que lo hacemos al principio de la jornada.

La solución más rentable

Aunque parezca insignificante el detalle del sombrero, los trabajadores que llevan la cabeza cubierta con una gorra o sombrero aumentan más de un 10% el rendimiento precisamente porque la temperatura del cuerpo baja unos grados y se trabaja algo más desahogado.

Lo mismo ocurre si utilizamos herramientas eléctricas que aventajan a las mecánicas en precisión y rapidez, como es el caso de la podadora eléctrica a batería que utiliza un motor para mover la cuchilla de corte sin que el agricultor tenga que hacer ningún tipo de esfuerzo, y por tanto evita el cansancio y el agarrotamiento de los dedos ya que los músculos y tendones no sufren ni se castigan.

La podadera eléctrica es similar al de una tijera al contar con dos hojas que se mueven sobre un eje ejerciendo un mecanismo de palanca pero con esta máquina eléctrica nos ahorramos el esfuerzo repetitivo de tener que apretar el mango para cortar las ramas y basta presionar levemente para que la máquina realice el trabajo sola, La batería de la podadora aguanta una media de 10.000 cortes y en cualquier momento se puede recargar y tenerla lista para que trabaje por nosotros pero desarrollando el doble de trabajo y rendimiento que otra persona con una tijera de poda tradicional.