Un monocular es un pequeño telescopio portátil que se utiliza para ver los objetos distantes de forma ampliada y aunque estamos más acostumbrados a mirar con prismáticos,  la funcionalidad es exactamente la misma.

Un monócular no es la mitad de un prismático, porque aunque comparten ciertos componentes y a simple vista parece que de un prismático pueden sacarse dos monoculares, este último ocupa bastante menos espacio y por tanto es más ligero de manejar.

Los prismáticos también conocidos como binoculares, son dos tubos con lentes y un prisma cada uno, puestos de tal manera que amplían la imagen para cada ojo, de manera que al superponerse ambas imágenes crea un efecto estereoscópico o dicho de otra manera una imagen tridimensional muy similar a las que observamos sin ellos, y por tanto una imagen que nos parece muy real.

Con los monoculares no es que las imágenes que miremos nos parezcan menos reales o artificiales, puesto que al fin y al cabo son imágenes; lo que ocurre que con el monocular solo podemos mirar con un ojo manteniendo cerrado el otro, así que el campo de visión puede parecer algo más recortado, pero si el uso que se le va a dar es momentáneo esto no tiene mucha importancia.

Ambos son instrumentos de óptica para ver imágenes lejanas pero podríamos decir que aunque hay algunas características que los diferencian y es evidente que exteriormente también, hay algo que comparten, y son las lentes y el prisma, y si ambos fueran los mismos, solo cabría preguntarse cuanto, como y done vamos a utilizarlos.

Los cazadores son los que eligen que instrumento óptico les gusta más

El uso de un monocular es suficiente para la mayoría de los cazadores, sobre todo lo consideran más ligero si los tienen que utilizar mientras van andando y cargando con la escopeta, mientras que los que practican la caza mayor o caza al aguardo prefieren binoculares sobre todo si permanecen más estáticos y no tienen que estar andando.

Por tanto lo que se baraja es que todo lo que se tenga que llevar al campo no resulte nada de engorroso y pueda manejarse fácilmente, así que para empezar no está nada mal comprar un monócular ligero que quepa en cualquier bolsillo del chaleco, pues en la mayoría de las situaciones resultará suficiente para el propósito que se necesita.